Mundo de ficçãoIniciar sessãoA diferencia de lo que imaginé, la actitud distante de Catherine no cambió tras nuestra conversación en mi habitación.
Si algo, parecía haberse vuelto aún más reservada. Sus ausencias eran cada vez más frecuentes, y cuando la veía, sus ojos reflejaban un cansancio que iba más allá de lo físico.No podía culparla: cargaba sobre sus hombros un peso que habría quebrado a cualquiera, y a pesar de mis intentos por ayudarla, insistía en enfrentarlo todo sola. Yo, por mi parte, había decidido no presionarla demasiado. Sabía que forzarla solo la alejaría más. Pero en mi interior, un temor constante me acompañaba: que tomara decisiones precipitadas, que hiciera algo de lo que se arrepintiera toda su vida. Lo único que podía hacer era estar ahí, observando desde las sombras, lista para sostenerla si tropezaba. El sonido metálico de los cubiertos chocando contra los pla






