Mundo ficciónIniciar sesiónLa celebración, lejos de apagarse con el final de la ceremonia, cobró aún más vida.
Los invitados se dispersaban por el gran salón, formando pequeños grupos mientras disfrutaban de la velada. Algunos reían con ganas, otros charlaban en tonos más contenidos; algunos se entregaban a los manjares y el vino, y unos cuantos discutían con seriedad, como si el futuro del reino dependiera de cada palabra. Desde mi lugar, observaba cada gesto, cada mirada, cada gesto sutil de los asistentes. Hansen conversaba con los reyes de Rayn y su hermano mayor, su porte relajado y seguro contrastaba con la rigidez de muchos a su alrededor. Rose, en cambio, parecía desplazada en medio de otra conversación; su espalda rígida y la sombra de desagrado en su rostro dejaban claro que no disfrutaba de la compañía que la rodeaba. Mis ojos vagaron hasta Nora, que compartía la mesa con su familia. Lo que más me llamó la atención no fu






