Una sensación de irritación y energía inquieta, vibran a través de Giorgia cuando ella y Chase salen del hotel. No entiende qué diablos le pasa a Julian, cuál es su maldito problema, como para que haya actuado de esa forma cuando se encontraron afuera del ascensor. Ella solo quiere pasar un momento agradable y olvidarse de toda esa mierda alrededor que él ha ocasionado; quiere, tan siquiera una jodida noche, que Julian Lerner desaparezca de su cabeza y estar en paz, perro su aparición ya ha estropeado la misión y la ha mandado al carajo.
—Siento mucho lo que pasó allá adentro —musita avergonzada, dirigiéndose a Chase—. Te juro que no tengo ni la más mínima idea de qué sucede con él y por qué razón ha actuado así.
Chase ladea la cabeza y le sonríe amablemente.
—Yo sí creo tener idea de qué le sucede —comenta, provocando que Giorgia frunza el ceño.
—¿Qué cosa es? —cuestiona, intrigada.
La sonrisa en la boca de Chase se extiende y sacude la cabeza ligeramente, como si no pudiera creer qu