Michael se dirigió al apartamento de Pamela cuando le dejo un mensaje donde le aseguraba que Scott y Julieta no volverían a estar juntos.
Pamela se acerca a Michael con pasos lentos y calculados. Lleva puesto un baby doll negro de seda que apenas cubre su cuerpo. Michael la observa desde el sillón con un cigarro entre los labios, sin expresión en su rostro.
— ¿Estás seguro de esto? —pregunta con frialdad, echando el humo hacia un lado.
—No seas idiota —responde Pamela, bajándose los tirantes y dejando sus pechos al descubierto—. Esto no es por placer. Es por necesidad. Dará resultado. Necesito quedar embarazada lo más rápido posible. —Lo mira con sus ojos azules brillando de ambición—. Scott se va a Italia. No podré acostarme con él allá… al menos no por ahora, pero cuando regrese… o yo vaya creerá que es suyo. Nunca sospechará que nunca estuve embarazada.
Michael sonríe de lado con cinismo. Apaga el cigarro en el cenicero y se levanta. La toma del mentón con fuerza.
—Eres asquerosa…