Lo que esconde México.
Scott llega a Guadalajara de madrugada, agotado, con ojeras marcadas y la barba de varios días cubriéndole el rostro. Se hospeda en un pequeño hotel rústico del centro, con ventanas de madera tallada y olor a café recién hecho en el lobby.
A las siete de la mañana, ya está en la cafetería del hotel. Frente a él, su viejo amigo y excompañero de equipo en ligas juveniles, Erick “El Capi” Ramírez, lo mira con expresión preocupada mientras revuelve su café.
—Hermano… ¿y qué carajos haces aquí? Pensé que estabas en Italia con tu… familia y que te ibas a casar...Escuche que perdiste la memoria entonces cuando me llamaste me sorprendió. —calla al ver el gesto sombrío de Scott.
—Ya no…me voy a casar y todo porque recuperé la memoria —dice Scott, mirando su taza sin tocarla—. Vine a buscar a Julieta… necesito verla. Escuche que está aquí en México. Su hermana se casó con un hacendado. Necesito recuperar a Julieta y a mi hija.
—¿La hija de Julieta es tu hija? Porque creí que era de Barrientos.