Charlotte Lewis, chica decidida, había nacido en una familia pobre, trabajaba de camarera para ganarse la vida, vivía con su padre quien era trabajador de Seguridad en una empresa. A pesar de su estatus económico, estaba saliendo con un hombre de negocios , Austin Wilson, pero éste por insistencia de su familia, la deja y decide casarse con una mujer de la misma clase social que él, ella está esperando un hijo de Austin. Nathaniel Hasting era un archimillonario hombre de negocios,pero por una trampa de su madrastra logra que el padre de él antes de morir le imponga una condición para heredar el enorme patrimonio familiar, necesitaba un matrimonio pronto o la astuta mujer de su padre pondría al ambicioso y guapo de Benjamín Archer como presidente general de todo lo que sus ancestros construyeron con tanto esfuerzo. Era imperativo encontrar a una mujer dispuesta a ser su esposa solo por ayudarlo a conservar su herencia, sabía de muy buena fuente que su madrastra e hijo querían fragmentar el consorcio y ganar más millones con esa estrategia. Meredith Archer, quería arruinar su vida y estaría perdido si no encontraba pronto a una esposa, conoce a Charlotte y de una vez le propone cambiar su vida económica, sólo si acepta casarse con él para ayudarlo.
Leer másCharlotte se encontraba con Austin Wilson con el que tenía más de seis meses saliendo, son novios, esa mañana había confirmado una sospecha que tenía y lo llamó para que se vieran esa tarde.
— Qué bien Charlie— dijo él— también estaba a punto de llamarte porque necesito hablar contigo de algo muy importante. Así habían quedado, ella estaba ilusionada con lo que él le había dicho, de seguro le pediría matrimonio y por fin fijarían una fecha, debido a la noticia que ella tenía entre manos lo mejor era que fuese lo más pronto. Se esmeró en su arreglo personal, quería estar deslumbrante para su novio, cuándo empezaron a salir no estaba tan entusiasmada por tener una relación, el no le inspiraba confianza, además apenas había cumplido veinte años, pero poco a poco se fue encariñando con el hombre y se vio dándole el sí cuando le pidió que fueran novios. Pronto empezaron a tener intimidad física, era lo normal entre una pareja de enamorados como ellos, él tenía veintiocho años y ella esperaba que pronto la eligiera como esposa, siempre le había dicho que era la mujer perfecta para él.. Ella esperaba con expectativas a que él comenzara a hablar, pues apenas la vió le dijo:— Antes de que tengas algo que decir querida, me gustaría empezar yo con lo mío, a Charlotte le pareció genial y respondió:— ¡Me parece perfecto cariño! Él sonrió algo nervioso, ella pensaba que era natural su ansiedad, espero con paciencia a que él se calmara, pero pasaban los segundos y la aprehensión se apoderó de Charlotte, así que se escuchó diciendo:— ¡Me tienes en ascuas cariño! ¡Ya termina de decirlo! — Tienes razón, disculpa mi crueldad— dijo el contrariado— Charlotte, sabes de mis sentimientos hacia ti, he estado hablando con mis padres y ellos me han exigido de manera amable, a que apresure mi decisión de elegir una esposa. Ella al escuchar a Austin decir esto, suspiró satisfecha y se preparó para escuchar la tan anhelada pregunta. — Por ese motivo, tenemos que culminar nuestro noviazgo, sabes que tu y yo no sólo somos de la misma élite social, eres pobre, como comprenderás, en mi estatus de hombre de negocios, no puedo elegir a alguien por debajo de mi rango social. Charlotte abrió la boca y los ojos al mismo tiempo por la sorpresa que experimentó, ¿qué estaba diciendo? Aquello tenía que ser una broma de muy mal gusto de parte de su novio, muchas veces le dijo que a él no le importaba si ella no tenía dinero, para eso él lo tenía. — No te entiendo cariño, ¿a qué te refieres? — dijo ella confundida por completo, nunca te importó si tenía dinero o no. — Lo sé, pero mis padres me han amenazado Charlie,por eso es mejor que no nos veamos más, no podemos ser novios, mucho menos establecer un compromiso de matrimonio, tu no tienes un centavo como patrimonio, ¡Tu padre es solo un empleado de Seguridad de mi empresa! — ¡Eso lo sé y hasta ahora nunca te había importado ¿Por que esa tontería es importante ahora? Además se supone que nos amamos y lo menos importante es el dinero— dijo ella reflexionando. — En éste caso sí es importante porque son mis padres los que no desean que me relacione con una pobretona— dijo él. — ¿Te estás escuchando Austin? ¿Acaso eres un pelele? ¿No tienes decisión propia?— preguntó ella enojada— yo no estoy contigo por dinero, si no por ti mismo. — ¡Lo sé, cariño y lo siento! Charlotte, no puedo hacer nada por tí, ya me comprometí y voy a casarme con otra chica— dijo él con crueldad. Ella movió la cabeza en un gesto de incredulidad, se había acostado con éste pusilánime, pensando que era el amor de su vida, al punto de haberse embarazado, ¡Que idiota había sido! Sintió lástima por él, ¡Ella era la que le quedaba grande como mujer! Se levantó para salir y él intentó detener a la chica diciendo:— Tú también querías decir algo, ahora es tu turno. Ella lo miró y dijo:— ¡Ah sí! Pensaba decirte que estoy esperando un hijo, pero ahora solo digo: ¡Vete al demonio! Salió de allí caminando muy erguida, no podía creer que había perdido seis meses de su vida con aquel cretino, se dirigió a casa, necesitaba hablar con su padre de lo que el idiota de Austin le había hecho;.vivía en una pequeña casa de solo dos habitaciones, allí estaba su padre, ella venía a contarle la desgracia que le acababa de suceder, pero lo vió derrotado por completo. — Papá, ¿qué tienes, estás enfermo? Tu cara me asusta, cuéntame por favor— dijo ella. — Tengo terribles noticias hija, me despidieron de mí trabajo— dijo él con tristeza— ¿puedes hablar con tu novio? Debe haber un malentendido. Entonces ella se dió cuenta que Austin era lo peor que le había sucedido. — No papá, no hay ningún error, sé deshizo de nosotros porque somos un estorbo en sus planes — ¿Hablaste con él? ¿Te lo dijo de esa manera? — preguntó su padre contrariado— ¿Y su promesa de ascenso? Solo fue para conseguir que fueras su novia. — Austin me terminó, va a casarse con una mujer de su estátus social, así me lo echó en cara— dijo ella con tristeza— ¡Es un idiota! ¿Qué vamos a hacer papá? Él movió la cabeza de un lado a otro de manera negativa. — Conseguir otro trabajo y tú olvidarte de él— dijo el padre de Charlotte. — ¡Oh papá, es que hay algo más que necesitas saber— dijo ella a punto del llanto— Me acosté con él, pensé que era sincero en sus promesas, y ahora estoy embarazada. Él se pasó las manos por sus cabellos angustiado, pero ella dijo:— No te angusties papá, saldré adelante con mí hijo, hay que seguir, yo voy a trabajar para los dos— dijo ella— hay que yo tengo unos ahorros, con eso podemos vivir si deseas conseguir algo, pero no te apures. — También debo trabajar, ahora crecerá la familia, con mí nieto, me alegra por un lado, pero me entristece la maldad de ese muchacho, de verdad creí que era sincero, cuando habló conmigo. Ella lo abrazó, sabía que no estaba nada fácil la vida para los dos, y menos con un bebé en camino, pero no se iba a dejar vencer, era joven y podía trabajar, mientras no se notara su embarazo, ya después vería que se hacía. — Voy a caminar un rato papá, estaré acá para preparar la cena, necesito pensar— dijo ella.Él sonrió y la vió salir, ¿qué podía decirle?Charlotte no era una mujer pesimista, al contrario, siempre veía soluciones donde otros se rendían, salió hasta un pequeño parque, necesitaba buscar alternativas para solucionar, se sentó en uno de los bancos, el sol aún estaba alto, veía a las personas caminar cada quien sumergida en sus asuntos. Pensó en Austin y en su bebé y entonces se dió cuenta que estaba sola, por nada del mundo se iba a deshacer de su embarazo, saldría adelante a pesar del panorama oscuro que tenía por delante, no pudo evitar las lágrimas, aunque no era llorona, pero ésta vez necesitaba dar rienda suelta a lo que sentía. Un hombre se sentó al lado de ella y le ofreció un pañuelo, ella se volvió a ver de quien se trataba y él la miró con una espléndida sonrisa. — ¡Gracias! — dijo ella. — Al parecer estás en problemas— dijo él solidarioElla se sintió incómoda ante la presencia de este hombre con aire de salvador, notó que estaba muy bien vestido. — Como cualquier persona— dijo ella evitando decir algo más.Él se sentó al lado de ella. — Quizás, si me lo cuentas, podría ayudar— dijo él. Charlotte se removió incómoda en su asiento.. — No estoy acostumbrada a publicar mis problemas con desconocidos— dijo ella.Él se levantó y se colocó al frente de ella y dijo:— Vamos a solucionarlo de inmediato; soy Nathaniel Hasting, señorita, un placer conocerte.Las sesiones de amor físico entre Charlotte y Nathaniel eran intensas, ellos se entregaban con alma mente y cuerpo a dar placer sin restricciones entre ellos, se amaban más allá de este mundo mortal y la felicidad de uno era complacer al otro y ver cómo disfrutaban de las caricias que se daban con todo lo que su corazón dictaba. Al día siguiente estaban listos para volver al nido y ver revolotear a sus "polluelos" como ellos cariñosamente los mencionan. Mavis y Joseph sin ninguna novedad que referir con respecto a los niños, ””todo bajo control”. Aunque sí hay algo que referir con respecto a ellos, por primera vez Joseph Craven se sentía atraído por una mujer, además de que Mavis tampoco le era indiferente el hombre. Cuando llegaron de la celebración de negocios, los tres matrimonios se sentían más seguros el uno del otro, estaban más fuertes los lazos de amor, esa tarde se reunieron a comentar sobre lo vívido y el primero en hablar fue Chris, el padre de Charlotte. — Me siento ba
Ellos tomaron la delantera y ellas iban detrás con cara de pocos amigos. Entramos en mi habitación— preguntó Nathan. — Sí—respondió Rosemary— aclaremos todo está situación en un solo lugar. Chris en es momento dijo:—¿No es mejor cada quien en su habitación? Emma lo fulminó con la mirada y respondió:— ¡No, porque los tres llegaron juntos y de seguro los tres planearon esta salida; así que los tres nos van a escuchar juntos! Gabriel de inmediato levantó la vista y dijo:— ¡Nosotros no hemos planeado nada, se los aseguramos! — ¡Ahí va el otro alcahueta a tapar huecos! — respondió Rosemary. Nathaniel miró a las tres mujeres listas para sacar sus garras y dijo:— ¡A ver, a ver! ¿Qué es lo que ustedes están pensando? ¡Qué andábamos de farra! — No, imagino que vas a decir que estaban trabajando y se les derramó el alcohol encima— respondió Charlie. — Ni una cosa ni la otra, ni la otra dijo Nathaniel— era un cóctel de bienvenido y sí se nos fue la mano con el alcohol, pero sólo div
Los días pasaron pronto y todo estuvo dispuesto para el viaje de negocios de estos altos ejecutivos de la corporación Hastings, Joseph y Mavis pasaban muchas horas conversando, a ella le encantaba leer, él buscaba libros y luego compartían opiniones sobre lo leído, así se entretenían mientras se llegaba el momento de partir. Las esposas ya tenían todo dispuesto para ir dos días después, entre ellas la más nerviosa era Rosemary, muy pocas veces había salido a fiestas con su esposo, ella comentaba. — Yo no soy una mujer de fiestas y no se como comportarme— expresó así sus temores— quizás debí dejar que mi Gabriel si asistiera con una acompañante, ellas son chicas sofisticadas y saben cómo actuar. —¡ Por Dios santo Rose! — exclamó Emma— esas chicas sofisticadas que acompañan en eventos sociales, muchas veces son prostitutas vip, se contratan para eso, ¡Estás loca, si crees que voy a dejar a mi Chris en manos de esas mujeres! — Yo no creo que ellos sean capaces de acostarse con esas
—Me imagino que usted habla así porque ha de tener experiencia en cuidar niños; ¿cuántos niños tuvo?— preguntó Mavis. — Nunca me he casado mi señora, es más hasta hace poco era alérgico a los niños, pero Jeremiah mi sobrino nieto,— dijo Joseph divertido— hizo que reconsiderara mi actitud hostil y ahora los tolero un poco más. De inmediato surgió entre ellos una cálida camaradería, y las conversaciones giraron en torno a niños y matrimonios fallidos. — ¡Usted sí que tiene cara de haber tenido una larga vida matrimonial, con un buen número de chicos!— dijo Joseph Craven. — ¡Oh no!— respondió ella, matrimonio cero, hijos dos, nunca me casé, a los diecinueve conocí a un granuja que me prometió villas y castillos, pero sólo me dejó dos niños, Rosemary y Peter, me han dado muchas alegrías, pero fácil no fué, pase bastante vicisitudes para criarlos, pero me salieron buenos. — ¿El padre de sus hijos, no se ocupó de ayudarle?— preguntó con cautela Joseph— disculpe por mi indiscreción. —
Nathan que fue el primero en entrar dijo:— ¡Ah caramba!, éstas tres mujeres reunidas y eso da miedo, ¿no estarán tramando alguna travesura? — Siempre hay cosas en que pensar, así que no los des ideas querido— dijo Charlotte con mucha picardía. Bueno nosotros sí hemos estado planeando alguna que otra travesura— dijo Nathaniel— queremos realizar un viaje, de hecho, es de negocios, pero en vista de que hay demasiados infantes, vamos a contratar a tres chicas para que nos acompañen, ¿que les parece? — ¡Me parece que usted señor Hastings está buscando lo que no se le ha perdido!— exclamó Charlie con un brillo en su mirada. — ¿Te vas a poner celosa amor mio? Tú sabes que eres la única en mi corazón, ésto será un asunto de negocios, ya tenemos a tres chicas espectaculares para que puedan acompañarnos, acabamos de contratarlas; ¿verdad mis amigos? A éste punto Emma y Rosemary se habían levantado de sus asientos mirando a sus esposos como pidiendo una explicación. — A mi no me gustan e
Todos rieron ante el drama que imprimió Nathaniel a su comentario. — Espero que no se vuelvan unos conejos, mis amigos— dijo Gabriel riendo de buena gana. Así pasaron una buena velada, disfrutando de la maravillosa noticia, planes y sueños no faltaron en aquella reunión. Todos tenían grandes expectativas al agrandar la familia, serían cuatro los niños que se reunirían a jugar, que irían a la escuela, por supuesto que Jeremiah por ser el mayor lideraría el grupo, mucha risa los acompañó en aquella celebración. Nuevamente el trabajo y las actividades cotidianas volvieron a la vida de todos, los meses subsiguientes trajeron nueva información, para Charlotte que el médico le confirmara que no venía un bebé si no dos , ésto si que que no lo esperaban, una doble bendición en vez de tener dos niños, serían tres los hijos que la llevarían de la mano a la felicidad duradera. Nathaniel no cabía de felicidad, aquello era más que una bendición para ambos, vigilar a través de las consultas per
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