97. Solo para ti
El corazón de Satarah estaba latiendo rápidamente bajo su pecho.
No se había esperado en ningún momento la efusividad de Dimitry pero a pesar de no estar preparada para la lujuria desatada se entregó a ella sin miramientos.
Su esposo se quitó la toalla que había estado cubriendo su cuerpo al entrar en la habitación quedando gloriosamente desnudo frente a ella.
Tarah no pudo evitar recorrerlo encantada con cada parte de él pero sus ojos se detuvieron en su miembro endurecido.
—Regresó el piercing —susurró ella y se estremeció al escuchar risa ronca de Dimitry.
Él se arrodilló en el suelo, por el movimiento la falda de su vestido se había subido mostrando su vientre, Dimitry dio una larga mirada excitada por su piel expuesta y rápidamente le quitó las bragas que llevaba para después envolver con sus manos grandes sus muslos abriendo sus piernas ocasionando que Satarah contuviera el aliento.
—Solo para ti, Malyshka.
No dudó en meter su cabeza entre sus piernas. Por un momento ella se ten