91. Se parece al tío Valerik
Valerik no se separaba ni de ella, ni del bebé.
Tenía una mano en la espalda de Rashel y la otra sobre la cabecita de su hijo, como si necesitara comprobar a cada segundo que ambos.
Un golpe en la puerta llamó la atención de ambos.
Anastasya había sido la primera en llegar a conocer a su sobrino, no quiso cargarlos porque era demasiado pequeño y no sabía cómo hacerlo.
Valerik no había podido evitar abrazar a su hermana al ver el miedo en sus pupilas y la adoración al ver a su hijo. Sabía que por más que Nastya intentara negarlo y ocultarlo, tenía un buen corazón pero había crecido en un mundo de oscuridad, sin que nadie la amara y que le demostrara lo que era el amor.
Después de que había escuchado la voz de Dimitry, quien había ido a buscar a Satarah. Anastasya se escabulló con la excusa de que iba a darle al bebé el mejor regalo de cumpleaños, pero lo cierto era que desde que Tarah la había enfrentado, evitaba estar en el mismo lugar que ella o que Dimitry.
—Adelante —dijo Rashel ha