4. Toda tuya
Desde aquel momento Vasya dio rienda suelta a sus emociones, al principio fue tímida porque no pensaba que las cosas fueran a llegar, a tanto, pensaba simplemente que él se sentía atraído por su cuerpo y había pensado que después de tener sexo cada uno iría por su camino, sin embargo, Zinoviy no la toco, no de aquella manera por lo menos, la tensión entre ellos se hacía cada vez más intensa, cruda y sensual, hasta el punto en que lo deseaba brutalmente y sabía que él sentía lo mismo por ella, con tan solo mirarlo.
Las citas cada vez eran más frecuentes y su necesidad por estar cerca de él la aterraba.
Poco a poco había ido colándose en su vida, sin permiso, pero le encantaba su presencia masculina siempre a su alrededor.
No recordaba haber pasado tanto tiempo con alguien ni sentirse tan a gusto a su lado. Era como si él fuera su alma gemela. Él empezó a buscar excusas para verla. Nunca había permitido que nadie se instalara así en su vida, sin embargo, con Zinoviy no había puerta que c