1. Quiero saberlo todo sobre ella
Nada.
Ni un sonido, ni un movimiento.
El ascensor quedó suspendido en un instante muerto y Vasilisa ahogó un gemido asustado porque no le gustaban nada los sitios cerrados, estaba a punto de comenzar a hiperventilar, necesitaba distraerse o tendría un ataque de pánico.
“Cálmate, estás bien. Respira…”
Soltó una exhalación suave antes de darse cuenta de que no era la única persona en la cabina.
Había entrado tan rápido que ni siquiera lo notó, demasiado estresada para poder ver algo que no fueran los documentos que necesitaría para la reunión que tenía.
Pero al posar sus ojos sobre él se dio cuenta que un hombre ocupaba demasiado espacio, era tan alto e imponente, llevaba un traje negro impecable, sus hombros eran anchos. Su postura era una quietud tan perfecta que resultaba inhumana, casi intocable.
Cuando ella levantó la vista se encontró con su mirada inquietante. Ojos verdes oscuros chocando contra los suyos color miel.
Pero al verla a ella, algo se tensó en su mandíbula, tan rápid