El día se volvió aún más intenso con el repentino problema de salud de Ethan. Mientras César conducía a toda prisa hacia el hospital, la mente de Victoria estaba llena de preocupaciones. Zoé, por otro lado, se quedó con la intriga y una creciente rabia contra Victoria.
En el hospital, la tensión aumentó cuando Victoria y César llegaron a la sala de espera. Héctor estaba allí, visiblemente preocupado. Emma, la nana de Ethan, se acercó para darles las noticias.
—Ethan tuvo una complicación respiratoria, pero ya está estable. Está siendo atendido por los médicos y estará bajo observación.
Victoria suspiró aliviada, pero la angustia aún se reflejaba en sus ojos. César le ofreció su apoyo, sintiendo que esta situación solo fortalecía su conexión.
—Gracias por estar aquí, César —dijo Victoria con gratitud en su voz.
—No hay de qué, Victoria. Estoy aquí para lo que necesites.
En otro rincón de la sala, Zoé observaba la escena con ojos llenos de envidia y resentimiento.
La conexión entre los