César y Héctor lo miraron con atención, mientras Oliver intuía que nada bueno podría venir de Leonardo.
—Si nuestro padre quiere intercambiar dinero por la libertad de Victoria, algo que no haría él, es mejor que no te deje ir solo.
César pensó en sus palabras y sabía que tenía razón, pero al mismo tiempo tenia resentimiento hacia su hermano. Ambos estaban luchando por el amor de Victoria.
—Dejen de lado sus indiferencias en este momento, lo que importa es salvar a mi hermana. —Héctor intervino cuando pudo descifrar las miradas de ambos.
César y Oliver intercambiaron miradas cargadas de emociones encontradas. La tensión entre ellos era palpable, pero la urgencia de la situación obligaba a dejar a un lado sus diferencias, al menos por el momento.
—Tienes razón, Héctor. —dijo César, bajando la guardia un poco. La determinación en sus ojos era innegable. —Lo más importante es salvar a Victoria.
Oliver asintió, aunque su expresión seguía siendo sombría. Había muchas cosas que necesitaba d