Después de platicar un poco, Victoria se sentía mareada.
—Quiero descansar un poco —pidió y ambas mujeres asintieron. Ayudándola a subir a su habitación junto con su pequeño hijo.
—Mamá, ¿ya pudiste recordar? —Ethan entró al cuarto mirando con ojos tristes a su mamá.
Aunque Stella le había explicado lo que estaba pasado a medida de su edad, estaba muy triste de saber que su mamá no sabía quién era.
—Ethan, no debes preocuparte, que aunque mamá no sepa quienes somos, el amor de madre jamás se puede olvidar y ella te ama a pesar de todo. —Lucia le dijo a su nieto.
Victoria le sonrío ya que era verdad, a pesar de que no reconocía a su hijo, podía sentir esa conexión que los unía.
Le extendió la mano para que se acercara a ella. Ethan se acercó a Victoria tomando su mano.
—Tu abuelita tiene razón. Una madre jamás dejara de amar a sus hijos y por eso yo te amo.
El rostro de Ethan se iluminó al escucharla decir esas palabras.
—Yo también te amo, mami. —Ambos sonrieron—. Ahora que estoy un p