En esta gala repleta de celebridades, por supuesto había fotógrafos de los medios captando cada momento.
Las fotos sin editar de Cloris comenzaron a circular en internet y la marca del vestido casi colapsó.
Era una marca nacional de alta gama, especializada en diseños a medida.
Su clientela principal eran damas adineradas, herederas y mujeres de alto perfil.
Desde que Serena publicó una foto con ese vestido, las solicitudes de compra llovieron sin parar.
Pero tras la aparición pública de Cloris luciendo la misma prenda... fue como comparar la foto del catálogo con una burda imitación.
El desastre fue tal que varias clientas importantes empezaron a cancelar sus pedidos.
Mientras los internautas se reían del desastre, los fans de Cloris intentaban desesperadamente salvarla:
—¡Es culpa del diseño! Ese vestido no le favorece a nadie.
—Siempre sospeché que esa marca era sobrevalorada. ¿Vender un diseño nacional en más de cien mil dólares? ¡Ridículo!
—La de Serena estaba editada. Esto es un