Serena apretó los dientes con frustración.
En ese momento, lo único que quería era cobrarle derechos de autor a Cloris.
¿Quién le dio permiso para hacerle cosplay?
Pero claro, en estos casos, quien empieza la pelea es quien pierde.
Cloris era experta en hacerse la víctima: se presentaba con cara de inocente, desviaba el tema, y terminaba ganándose la simpatía del público.
Si Serena realmente la enfrentaba, solo caería en su trampa.
Y estaba segura de que Cloris debía estar deseando eso en ese preciso momento.
No obstante, Serena no iba a quedarse estancada en una sola imagen.
En El Rompecorazones, interpretaba a una princesa frágil, pura y delicada, como una amapola blanca en la oscuridad.
En cambio, en La Familia del Misterio, su personaje —Mirta— era una mujer imponente, fría, fuerte y leal, todo lo contrario a la princesa.
Como la serie aún no se había empezado a promocionar, poca gente sabía que ella interpretaba ese papel, y el público seguía anclado en la imagen de la princesa.