Cuando Cloris vio a Serena, se escondió detrás de Lorenzo como un conejito asustado. Luisa, al ver que Cloris imitaba a Serena, se sintió molesta:Cloris se había operado discretamente ojos, nariz y boca para parecerse a Serena, pero aún llevaba la misma ropa y los mismos accesorios.—¿No tiene gusto propio? —se indignó Luisa, remangándose la manga—. ¡Serena, esa desgraciada vuelve a imitarte; voy a darle un puñetazo!Serena la detuvo en seco.Aunque en la novela original Luisa había sido muchas veces la agresora, encarnando la mano dura de la villana contra Cloris, verla en la vida real con ganas de golpear a una chica hermosa y dulce la sorprendió.—Déjalo estar —dijo Serena, lanzando una mirada calmada a Cloris—. No vale la pena.En el texto original, después de que Serena muriera de forma trágica, Cloris quedaba embarazada.Lorenzo, temeroso de que la vengativa Luisa usara ese embarazo para perjudicar a Cloris, ya había ordenado matarla. Aquella misma noche, con lluvia intensa y m
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