Kaia
Mis ojos se abrieron de golpe y me incorporé en la cama, un poco exaltada.
—Nevan... —susurré mientras me ponía la mano en el pecho—. ¿Habré soñado contigo? —me pregunté, pues mi corazón latía muy rápido por él, pero no recordaba lo que había soñado.
Solté un largo suspiro y me levanté. No dormiría más, necesitaba estar con Nevan.
—La tía me va a reprender, lo sé —le dije a Nivi, porque me miraba como si me estuviera juzgando por no descansar.
Me di un baño rápido, me lavé los dientes y me puse una ropa fresca y cómoda. Normalmente usaba licras debajo de los vestidos cortos debido a que me sentía protegida, pero esta vez quería prescindir de ellas, así que dejé mis piernas libres debajo de la falda del vestido veraniego en tono rosa pálido.
Mi cabello rizado estaba completamente suelto, haciéndome lucir un poco salvaje o libre. No entendía qué me pasaba hoy, solo sentía que había algo diferente en mí y que mi ánimo había regresado.
—¿Y si Nevan despertó? —me vino esa idea de repe