Escapando de un mal amor. Capítulo No escapar del amor
Meses después.
La vida había tomado un nuevo rumbo para Luciana. Con el paso del tiempo, las heridas se habían ido cerrando, aunque no por completo.
A veces, al mirar al cielo, aún sentía ecos del pasado; sin embargo, lo que ahora la llenaba de felicidad era ver a su madre sonreír, caminar ligera, volver a reír como hacía tanto, no lo hacía.
Luciana observaba desde la terraza de su casa cómo Lynn salía del auto, tomada del brazo de Martín, ese hombre que había llegado a sus vidas como un soplo de calma. Había en él algo distinto.
Su forma pausada de hablar, su mirada siempre limpia y honesta.
Aunque Lynn aún cargaba una sombra de desconfianza —producto de los años difíciles—, no podía negar que él parecía ser alguien que estaba dispuesto a cuidar su corazón como un tesoro.
Cuando sus padrinos propusieron un viaje familiar al Mediterráneo, Luciana se emocionó de inmediato. Hacía mucho que no se regalaban unas vacaciones como familia, y esta vez, la invitación se extendió también a su ma