POV Macarena Arismendi.
- Hola, cariño - me saluda Chris de besos y toma mis manos para calentarlas.
Otro día que nos veíamos a las afueras del colegio de mi ardillita y nuevamente mi hermana no quiso saber de mí. - Hola, irlandés. Te dije que no era necesario que vinieras para acá, yo iba a ir a tu hotel. - Es que quería saludar a tu hermana y por fin conocerla, pero creo que nuevamente no alcancé. Los nervios empezaron a aflorar en mí, otro día manteniendo la mentira y ya no sabía cómo explicarle que mi hermanita no quería saber nada de mí y que de paso él era una persona non grata para ella. -Tranquilo, todavía tenemos tiempo, así que deja de preocuparte por mi hermana y vamos a desayunar, hoy tengo mucho trabajo y puedo estar solo un ratito contigo. Lo cuál era otra mentira más que sumaba a mi historial. Hoy, me entregaban mis exámenes y tenía programada una hora al doctor por lo que apuré la marcha y lo llevé a nuestro café. Tomamos desayuno y de verdad que disfrutaba estos momentos con él, cuando me contaba de su padre y su hermano y de lo felices que estaban por que él regresaría a casa. - Cuando los conozcas te amarán, ellos son mis grandes ejemplos a seguir y te prometo que serás bien recibida. - ¿Ya les hablaste de mí? - dejó de mirarme y noté que se avergonzaba, eso quería decir que... - Ellos saben que viajo contigo, eso es lo que vale y ya deja de preocuparte, mujer. Verás que ellos te amarán tanto como yo. De nuevo había interpretado mal las señales, él sí les había hablado de mí y eso me puso feliz. Cuando la hora para ir a la consulta del médico estaba próxima tuve que despedirme de él, nuestro viaje estaba programado para el viernes, aún quedaban unos días para poder solucionar todo con mi ardillita y poder viajar con tranquilidad. Llegué cinco minutos antes a la consulta y pasé por el laboratorio para pedir mis exámenes. Luego, me dirigí a la consulta del doctor e hice mi anuncio con su secretaria. Pasaron dos pacientes antes que yo y ver a esas mujeres embarazadas me dio algo de envidia, eso era lo que tanto anhelaba para mí en estos momentos, era lo único que me daría la estabilidad que necesitaba. - Señorita Arismendi, por favor puede pasar. Entré a la consulta del médico y lo saludé amablemente, él me miró con su cara sonriente y me indicó que me sentara. Estiró su mano y le entregué mis exámenes. Una vez que me senté el sacó los documentos del sobre y comenzó a leerlos en silencio, sus facciones fueron cambiando y de la nada suspiró. - Macarena... - No estoy embarazada, es eso lo que me quiere decir ¿no? - Por desgracia, esto va más allá de estar o no embarazada, tus exámenes me confirman la sospecha que tenía y no son nada alentadores. - Dígame ya lo que me está pasando doctor - digo molesta, ya qué más daba si no estaba embarazada solo tenía que seguir intentando y listo. - Macarena, quiero que entiendas que en tu caso tu nunca podrás quedar embarazada. - ¿Qué? - Tus exámenes arrojaron que tienes un tumor maligno en la parte inferior del útero - dice de forma lapidaria y el mundo se me cae encima. - Pero... pero doctor, yo jamás he tenido molestias, salvo esta vez, por eso vine a verle. - Es posible que no se presenten síntomas y es lo más probable que haya pasado en tu caso. Lo siento mucho, muchacha, pero debemos de hacer otros estudios para ver en qué etapa estar y saber qué tratamiento es el más apropiado para... - ¿Está loco? ¡Esto debe ser una puta mentira! Yo siempre he sido una mujer sana, esos exámenes no pueden estar correctos yo... yo... Me largo a llorar, no aguanto más, esto de verdad que no me podía estar pasando a mí, no... esto no puede ser cierto. - Macarena, tranquilízate, debemos ver bien tu estado y comenzar con el tratamiento. Por lo pronto te enviaré a que te hagas una prueba conjunta de Pap y de VPH. Es lo más seguro para determinar la situación en que te encuentras. Este examen es una combinación de las dos pruebas para detectar los tipos de VPH de riesgo alto y los cambios en las células del cuello uterino. Una vez que tengamos ese resultado sabremos que tratamiento es el más apropiado para ti y... - No. Me niego a creer lo que dice, entrégueme mis exámenes, necesito otra opinión, usted me está mintiendo. - Entiendo tu situación, pero estoy seguro que cualquiera de mis colegas te dirá lo mismo y entre más pronto te comiences a tratar tu estándar de vida podrá mejorar. - Ya le dije que me devuelva mis papeles. No necesito de un medicucho como usted. - Si así lo deseas, ahí están, pero de verdad muchacha, es urgente que te hagas ver y pronto. Salí de la consulta y como pude fui a ver a otro médico y luego a otro y a otro. Todos me dieron el mismo diagnóstico que el primero. Volví a la consulta de mi doctor con los ojos llorosos y sufriendo lo indecible, ¿Sería esta la forma en que estaba pagando por mentir? ¿qué haría ahora? Voy llegando al edificio y en la entrada me encuentro con el médico que me mira con lástima . - Veo que no estaba equivocado. - Doctor ¿Qué haré? Si a mí me pasa algo ¿Quién cuidará de mi hermana? - Veamos primero lo que pasa con tu cuerpo y después de eso decidiremos. Los tratamientos, dependiendo del estado en que estés, incluyen cirugía, radioterapia y quimioterapia. Pero entiende que si no te tratas lo más probable es que nada bueno pase. - Sé las consecuencias doctor, pero por qué, yo toda la vida me he cuidado, soy una mujer sana sin ninguna operación. No lo entiendo. Comienzo a llorar y de la nada siento que desfallezco, lo siguiente pasa como en cámara lenta, siento que alguien me toma y gritos, pero mi cuerpo no responde. Han pasado varias horas, abro mis ojos y ahí me doy cuenta que me encuentro en la cama de un hospital. - Hola, linda. Bienvenida - me dice una mujer que debe ser una enfermera, por la cofia que veo en su cabeza. - ¿Qué me pasó? - Sufriste una crisis y en estos momentos te encuentras en el hospital, por suerte el doctor Díaz te trajo y ya estás en tratamiento. Siento un dolor intenso en mi bajo vientre y como puedo me toco. » No lo hagas, cariño. Te pondré más calmantes en la vía y te dejaré descansar, aprovecharé se llamar al doctor para avisarle que despertaste y que él sea el que te explique lo que te ha pasado. La enfermera sale de la habitación, veo hacia todos lados y trato de buscar mi celular, es de noche y había quedado de ver a Chris en el club, pero es poco lo que puedo moverme por la molesto que siento, eso debe ser porque aún no me hacen efecto los calmantes. A los pocos minutos aparece el doctor que me mira nuevamente con lástima. - Hola, Macarena. - Doctor... - Tranquila, no hables mucho, aún estás convaleciente. Me imagino que quieres saber ¿Qué te pasó? - Por favor, dígamelo sin anestesia - sonrío a penas y el arrima una silla junto a la cama y se sienta. - Necesito que estés tranquila, te desmayaste debido al estrés de la situación. Perdóname, pero aproveché de hacerte los exámenes para verificar tu condición y por desgracia llegamos tarde, tu cáncer está en etapa terminal y ya has hecho metástasis en otros órganos, lo siento tanto. - Qué loca es la vida ¿no? ¿Cuánto me queda? - Con el tratamiento paliativo alrededor de tres meses, tienes que entender que esto solo será para calmar los dolores y las molestias propias de tu cáncer, pero no hay vuelta atrás.