—¿Cómo pudieron ocultarme que sabían dónde estaba Macarena? — gritaba su amiga, mientras ambas lloraban una de rabia y la otra de impotencia.
—Lo siento, amiga, te juro que cuando lo supe le pedí explicaciones a mis padres y a tu hermana, pero todo eran evasivas hasta que tu hermana por fin se decidió a hablar, solo si yo callaba lo que ellos me contaran—la rubia se mordió la lengua, definitivamente ella no podía mentirle a su amiga y menos cuando ella la presionaba.
—Pero tú eres mi mejor amiga, mi confidente, la que sabía todo lo que había pasado buscándola y todo lo que le hice a Christian, Clara ¿Te das cuenta todo lo que he hecho por estar errada? Christian jamás me lo va a perdonar.
¿Por qué no me lo dijiste cuando lo viste y te conté que era mi jefe?
—¡No lo sé! Es que todo ha sido un golpe tras otro, primero encontrarme con ella en España y con que mis padres sabían dónde estaba y luego llegar aquí y verte con él y que sentías algo. ¿Cómo te iba a decir que todo lo que est