—¿Qué acaba de suceder con ustedes dos?—una muy enojada Rocío increpaba a su amiga y ella como si nada le respondió.
—Pasó lo que tenía que pasar, Rocío, Christian O’Connor ya sabe quién eres.
—¿Qué? Pero ¿Cómo?
—Creo que de la misma forma en que conoció a Maca— se encogió de hombros y enfiló sus pasos nuevamente hacia el pequeño salón, pero Rocío no se quedaría de brazos cruzados y la tomó fuerte por el brazo.
—Clara… Algo sabes y no me lo has querido decir— le habló casi suplicando, desde que su amiga había llegado las cosas habían estado raras y más cuando ella le contó a Clara lo que había sucedido con Chris en este último tiempo.
Su amiga suspiró y en cierta forma se dio cuenta que ya no podía seguir guardando el secreto que sus padres atesoraban con tanto recelo.
—¿Podemos ir a otro lado? Lo que te voy a decir es para largo.
Ambas volvieron al salón para buscar sus cosas y aunque varios se preocuparon por su situación y por lo que estaba pasando xon Chris las dejaron ir.
A lo l