37. Baño medicinal
Capítulo 37
Silas no solo había llevado medicina y una pomada, sino también un desayuno bastante suculento. La nueva chef, aunque Nora aún no había tenido oportunidad de verla bien, era definitivamente mejor que la anterior. Los aromas eran tan buenos que no pudo evitar probarlo todo.
Comía con tranquilidad, aunque la sensación de estar vigilada no la abandonaba. Silas permanecía a su lado, de pie, con los brazos cruzados y esa mirada que pesaba más que cualquier palabra.
—¿Sigues enojada? —preguntó, rompiendo el silencio con un tono bajo y seguro.
Nora dudó en responder. Podría mentir, pero ¿de qué serviría?
—Un poco —admitió sin mirarlo directamente.
Silas inclinó apenas la cabeza, como si confirmara algo que ya sabía.
—¿Ibas a salir hoy? —su voz sonó tranquila, pero cargada de una intención que no dejaba espacio a la ligereza.
Ella negó con la cabeza al principio, pero luego recordó.
—El profesor Hansel Gallagher… me pidió ir en la tarde, para una demostración de violín.
Silas no s