Ross Wolff, una mujer con diez años de matrimonio y dos hijos, regresa a su casa y encuentra a su esposo manteniendo intimidad con otra mujer. Ella, sumergida en el dolor, le pide el divorcio y es en ese momento comienza un arduo trabajo, puesto que tiene que tener que esforzarse por cuidar a sus hijos, trabajar con mayor empeño para cubrir los gastos de la casa y mantener a raya a su exesposo, que no acepta la separación y por ello, no se la está haciendo fácil. La vida de madre soltera se le está haciendo muy pesada, por fortuna, Elon Jobs, el CEO de la empresa Moda - Jobs C.A., en la que trabaja, se enamora de ella y se encuentra dispuesto a todo por conquistar su amor. Al enterarse de que se está divorciando, hace todo lo posible para que su vida sea un poco más llevadera. Elon quiere conquistar a Ross y para ello primero debe ganarse a sus hijos, alejar de forma definitiva a su exesposo, ¿será que el amor que siente Elon, es lo suficientemente fuerte para luchar por su amor y ganarse a sus hijos?
Leer másEra una tarde de verano como cualquier otra, el calor que hacía era insoportable. Por fortuna, a Ross Wolff de Pons, no le afectaba mucho, puesto que en su oficina había aire acondicionado, en la empresa Modas - Jobs C.A.; sin embargo, al salir de la oficina siente el calor sofocante, es el propio infierno, por el hecho de que el calor que hacía era insoportable. Ese día recibe un llamado del colegio de Robert, su hijo menor.
— Aló, buenas tardes, señora Pons, la estamos llamando del colegio, su hijo Robert, está presentando fiebre y dolor en la garganta, usted puede venir por él —dice la chica al otro lado de la línea.
— En estos momentos estoy un poco ocupada, pero deme unos minutos para resolver la situación. Usted no se preocupe, que en un momento mandó a buscar a mi hijo.
— Muchas gracias, esperamos que llegue a la brevedad, en estos momentos su hijo la necesita.
«Rayos, ahora que voy a hacer, tengo una junta importante por la tarde y no puedo faltar, el jefe viene y es muy estricto», piensa mientras le marca a su esposo para que le preste ayuda. Después de varios intentos, no logra localizarlo, por lo que ve la hora. «Es la una y diez minutos, será que me da chance de ir por Robert, llevarlo para la casa y regresar a tiempo a la reunión», se dice mientras intenta llamar nuevamente a Alex.
Por mucho que marcó al número de su esposo, este no respondió. Por lo que decide avisarle a su superior, esa es la única solución que le encontró al problema. En ese instante, se dirige a la oficina de su jefe, él se caracteriza por ser una persona de mal carácter y poco comprensivo.
— Buenas tardes, señor Bass, necesito hablar con usted.
— Ya lo está haciendo o me equivoco — dijo en un tono seco y arrogante.
— Sí, señor, tiene razón — dijo Ross con la voz temblorosa, ya que se encuentra nerviosa por la condición de su hijo— lo que pasa es que tengo un problema, necesito ausentarme un rato, mi hijo está enfermo y necesito ir por él al colegio, le estaba marcando a mi esposo y no responde.
— Señora Pons, usted sabe que tenemos una reunión de importancia el día de hoy y todo el personal debe estar presente, de eso depende su estadía en esta empresa, usted lo sabe, ¿verdad?.
— Sí, lo sé señor, la reunión es a las tres, y estaré presente, pero necesito ir por mi hijo, en realidad me urge. Si no fuese tan importante, no lo hubiera molestado.
— Espero que cumpla su palabra y llegue a las tres, de lo contrario, vaya haciendo su curriculum. Si eso era todo, se puede retirar — expresó Antoni y volteó a ver unos documentos que tenía en sus manos, ignorando por completo a Ross.
La mujer salió casi corriendo de la oficina, de esa manera ahorrar tiempo y poder regresar a la reunión. Mientras se dirigía a la puerta, intentaba llamar a su esposo, sin tener una respuesta, «¿dónde te metiste, Alex?, precisamente hoy que tanto te necesito» se dice de forma insaciable, ya que si lo encuentra no corre riesgo de llegar tarde.
Al salir de la empresa Modas-Jobs C.A., se dirige al colegio a buscar a su hijo y de allí va hacia su casa. En el camino, llama a la niñera para que se encargue del pequeño y de esa forma, ella poder regrese al trabajo.
— Hola, necesito que me cuides ami hijo, él tiene fiebre y no lo podía dejar en el colegio, ¿será que puedes?
— Sí, señora Ross, pero sería en mi casa, puesto que debo de hacer unas actividades aquí, ¿usted está de acuerdo?
— Estoy de acuerdo, ¿lo llevo para tu casa entonces?
— Yo lo paso buscando, estoy cerca, espérenme unos quince minutos y me encuentro con ustedes.
— Perfecto, de todas formas no he llegado. Gracias, sabía que podía contar contigo.
«Ya solucioné el cuidado de mi hijo, solo espero me dé tiempo», pensó Ross, camino a casa. Todavía se encuentra preocupada, puesto que no sabe si le va a dar tiempo de llegar al trabajo, en eso ve la hora y se percata que faltan quince para las dos, «todavía hay tiempo, espero que no demore mucho en pasar por mi hijo».
Una vez en la casa, dejó al pequeño en el sofá de la sala y se dirigió hacia el cuarto a buscarle ropa. Cuando andaba en la parte de arriba, escucho sonidos que venían de su habitación, por lo que se asustó mucho y fue con cautela a ver que estaba pasando, llevaba el teléfono a la mano, por si tenía que llamar a la policía.
«¿Será que se metieron a robar?, ¿Quién estará haciendo ese ruido?, en la casa no hay nadie» pensó mientras caminaba con mucho cuidado, en ese instante se encontraba con los nervios de punta. Al llegar frente a la puerta del cuarto, ella la abrió muy despacio, para que no se dieran cuenta de que se encontraba allí.
Al observar en el interior de la habitación, pudo notar que su esposo estaba teniendo intimidad con una mujer en su cuarto. Ella no salía de su asombro, los ojos se le humedecieron y en ese momento, no sabía que hacer, por lo que tomo el celular para hacer un video, eso lo hizo por algunos minutos, porque se encontraba apurada.
Posterior a eso, fue a la habitación del infante por la ropa y bajó de inmediato, Se encontraba muy desconcertada y por eso no quería confrontar a su esposo. Al bajar, salió a esperar a la niñera, no quería que el infiel de Alex se diera cuenta de que ella lo vio o siquiera estuvo allí ese día.
No pasó mucho tiempo y llegó la niñera, se montaron en el carro y la llevó hasta donde ella vive, allí le entregó las cosas del menor y se apresuró a regresar a la empresa.
— Ya tiene la fiebre controlada, si le vuelve a subir no dudes en llamarme, por favor, pasa por mi hija al colegio y la traes para acá, luego me dices cuanto te debo, es que estoy super apurada.
— Tranquila, señora Ross, usted sabe que puede contar conmigo para lo que sea, no dude de eso.
Una vez que le dio las instrucciones comenzó a manejar, debía llegar a tiempo a la reunión, «si me da chance, por lo menos voy a cumplir en mi trabajo» pensó. Después de un rato, las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, «no puedo creer lo que vi, Alex con otra mujer… ya deja la tontería, debes enfocarte en el trabajo», se dijo a sí misma y continuó conduciendo.
Estando en la empresa, subió hasta el salón de junta, todavía era temprano, así que respiró profundamente y entró. En ese momento se da cuenta de que ya la reunión había comenzado, por lo que Antoni se le acerca, la quiere humillar por llegar tarde.
— Señora Pons, por un momento pensé que no iba a llegar… usted me aseguró que estaría presente y a tiempo —dijo en forma de amenaza y un tono algo fuerte.
— Me va a disculpar, pero le aseguré que llegaría antes de las tres y son las dos y cuarenta y nueve, es decir, que cumplí —expreso de una forma muy serena, luego respiró profundo para continuar— no entiendo, ¿por qué la reunión ya empezó, si estaba pautada para las tres?
— Seno…—iba a hablar el jefe cuando fue interrumpido por Elon Jobs, el CEO de la empresa y quien se encontraba dirigiendo la reunión.
— Usted tiene toda la razón, señora Pons, la reunión iba a ser a las tres —musito viéndola a los ojos y luego se volteó a ver al hombre—, y por eso le pregunté señor, si se encontraba todo el personal y usted me dijo que si, ahora ¿no sé qué pasó?, ¿usted me lo puede explicar?
— Se... señor Jobs, es que ella debía estar en la empresa, es su horario.
— La señora Pons, ¿gestionó algún permiso?, o ¿se fue sin avisar? —pregunto curioso Jobs.
— La verdad es que si, ella solicitó un permiso para buscar a su hijo en el colegio bajo la excusa que está enfermo y mírenla, se encuentra aquí, si hubiera sido importante, no regresa.
— Eso quiere decir que ella es una persona responsable y usted la acaba de menospreciar delante de todo el equipo de trabajo, eso no se debe hacer, o ¿le gusta que se lo hagan a usted?
— Comprendo su punto, no volverá a suceder, señor Jobs, se lo aseguro —expreso mientras miraba de una forma despectiva a Ross, quien se veía pálida.
— Me alegro de que diga eso y me disculpo, esto no lo suelo hacer — musito mientras le da una palmada en el hombro— en cuanto a usted, señora Pons, debe estar pendiente de su hijo, si está enfermo, pida el permiso y se va a cuidarlo. En cuanto a la información de la reunión, se entera después, su jefe inmediato se la da —dijo mientras se volteaba a verla y continuó dirigiéndose a los presentes—. Por lo sucedido, se suspende esta reunión, debemos encontrarnos relajados y frescos para que se den todas las actividades, esto que acaba de ocurrir, afecta las decisiones que vayamos a tomar, les estaré avisando para cuando haya un nuevo encuentro —expresó y salió del salón de juntas.
Después de lo ocurrido, el personal de la empresa, quedó en una tensión extrema, puesto que su jefe, es una persona orgullosa y vengativa; y esa humillación que recibió, se la va a cobrar con los que allí trabajan, en especial con Ross Wolff de Pons.
Ross se encuentra sumergida en sus pensamientos, por lo que no le da importancia a lo que acaba de suceder. La sorpresa que recibió en su casa la tiene pensativa y necesita tomar una decisión antes de llegar a la misma. «Un excelente día que debo hacer con mi esposo?», es la pregunta que ronda por la cabeza de aquella mujer.
Cuando se dirige a su oficina, le dio un mareo y casi cae al suelo, pero Elon, se encontraba cerca y la sostuvo, la llevo hasta un sofá que se encontraba cerca y pidió que le llevaran un vaso con agua.
— ¿Se encuentra Bien, señora Pons?, por poco cae al piso.
— Si me encuentro bien, debe ser el calor y todas las cosas que he hecho en poco tiempo —dijo mientras respira profundo, puesto que siente que le falta el aire— este calor es asfixiante y con las carreras que ando me dio un mareo, pero ya me encuentro bien, gracias por su apoyo.
— Siempre a su orden —musito Elon Jobs, quien fue el hombre que la ayudo.
Después de ese hecho, Ross, regresa a su oficina a terminar de arreglar unos asuntos pendientes. Solo quiere que ese dia termine y poder solucionar sus problemas personales.
Una vez que Alex le entrega los niños, Ross regresa a la casa, se encuentra feliz por estar con ellos y siente que nunca lo van a separar; sin embargo, no baja la guardia, quiere evitar tener más problemas, así que no descuida el aspecto legal para recuperar la custodia de los infantes.Pasaron varias semanas y Alex no dio señales de vida. Eso tenía un poco asustada a la mujer, puesto que no sabía con qué le iba a salir el padre de sus hijos. Por fortuna, esta vez se encontraba preparada para cualquier eventualidad, después de todo lo que ha vivido le toca estar prevenida, por lo que busco asesoría legal e hizo todo lo que corresponde. Al ver que Alex no regresaba, se dirige a los tribunales a exponer su caso, ella quiere ser la representante legal de sus hijos y no tener la zozobra de que Alex va a regresar y quitarle a sus hijos de nuevo. Después de explicar su situación, no dudaron ni un momento en otorgarles la custodia. Además, tenía a su favor la confesión de Liz, donde expli
Elon Mientras Ross está dentro de la casa con Anya, Elon se encuentra en el carro sin saber lo que está pasando. esta profundamente dormido cuando le toca la ventana del auto. Es el policía al cargo de la investigación. El hombre se encuentra un poco aturdido y busca a Ross, pero ella no se encuentra a su lado. «¿Dónde se encuentra Ross?, espero que no haya hecho una locura», pensó el hombre mientras abre la puerta del auto.— Menos mal que llega, Ross no está en el carro, me temo que entró a la casa —expresó Elon mientras se pasa la mano por la cara, todavía está somnoliento.— ¿Por qué hizo eso?, de seguro puso sobre aviso a la presunta secuestradora —dijo el policía y haciéndole señas para entrar le dice—, vamos, no vaya a ocurrir una desgracia —Elon, lo sigue sin protestar, él también quiere evitar que pase algo malo. Se puede notar que el lugar se encuentra rodeado de policías, de esa manera evitar de que Anya salga de la casa sin ser vista. Ellos se acercan de espacio a la
Anya Después que le disparó a Liz,la mujer camino un largo trecho con el niño en los brazos, no quería que la asociaran con la muerte de ella, por lo que se alejó del sitio antes de pedir ayuda. «Este mocoso si pesa, como me gustaría deshacerme de ti de una vez por todas», expresó mientras lo ve con odio. Al pasar un par de horas caminando, considero prudente pedir ayuda, así que se acerca a la carretera, está segura que pronto la van a auxiliar por ser una mujer mayor con un niño en brazos. En efecto, apenas sacó la mano, para pedir que la llevaran un hombre joven se detuvo para auxiliarla. El hombre se sintió conmovido al ver la situación por la que está pasando Anya, sin saber la verdad.— Señora, ¿qué hace por esta zona sola y con ese niño? —pregunta el desconocido.— Este niño es mi nieto, mi hija lo quería dejar abandonado, yo se lo pelee y por eso me dejó abandonada con él —miente Anya de forma convincente—, es mi nieto y no puedo dejar que le pase nada malo —sollozó la muje
Elon ve la desesperación de Ross, así que la abraza para consolarla. El desea que ella esté bien y superar todo ese horror que están viviendo.— Del niño no tenemos noticia, nos llamaron para decir que encontraron a una mujer con herida de bala, no estamos seguros de que sea Liz o mi tía —expresó Elon con voz calmada—, por eso necesitan que vayamos a reconocerla.— Yo voy con ustedes, necesito saber donde rayos se llevaron a mi bebe, necesito estar al pendiente de lo que está pasando, necesito estar lo más cerca posible de lo que está pasando —dijo entre sollozos y muy alterada.— Considero que Ross tiene razón, el que vaya contigo le va a servir para estar calmada, yo me puedo quedar al pendiente de cualquier novedad aquí –expresa Tyler.— Está bien Ross, vamos –dijo Elon y se encaminó hacia la puerta, se dirigen hacia la dirección que le dieron. Pasaron algunas hora para llegar al centro de salud donde se encuentra la mujer, al llegar es recibido por el policía que se encuentra c
Liz y Anya sabe que ese dia le van a entregar los resultados a Ross y van a quedar al descubierto, ambas se encuentran preocupadas, tiene que hacer algo y pronto.— Hoy le van a entregar los resultados de la prueba maternidad a Ross, Estamos pérdida Anya, a la cárcel vamos a parar —expresa Liz angustiada por la situación.— Yo no voy a ir presa, primero muerta que estar en una cárcel, debo de pensar en algo y rápido —dijo Anya con una mirada ensombrecida—. Todo hubiera sido fácil si los del laboratorio hubieran aceptado cambiar los resultados, pero me tenía que topar con personas honestas.— Ana, eso es lo de menos, necesitamos resolver la situación que tenemos, no tardan mucho en venir por el niño y nosotras vamos a parar en la cárcel, ¿¡entiendes eso!? —Expresa Liz y la toma por los hombros con fuerza, Anya abre los brazos para soltarse del agarre.— ¿Qué te pasa, Liz?, ¿te volviste loca?, ¿por qué me agarra de esa forma? —grita Anya y la señala con el dedo—, que sea la última vez
Por la desesperación que tiene Ross, se suelta del agarre de Elon y sale corriendo sin rumbo, solo quiere encontrar a su hijo y asegurarse de que esté bien. Elon salió corriendo detrás de ella, tiene miedo de que cometa una locura. Una vez que la alcanza, trata de consolarla.— Amor, cálmate, pronto encontraremos a nuestro hijo —expresa mientras la aprieta contra su pecho, quiere hacerla sentir que no está sola y que puede contar con el.— Amor, nada. Ahora si lo llamas nuestro hijo, después que me veías como si estuviera loca —gritó entre sollozos—, todo esto que está pasando es tu culpa, si solo me hubieras escuchado…, nada de esto estaría pasando —expresa la mujer y se desvaneció en ese momento siente como su cuerpo pierde las fuerza para continuar, no cae al suelos debido a que Elon la tiene abrazada.— Tenías razón, Ross, discúlpame, sé que lo que está pasando es mi culpa, debí creerte desde un principio —expresó Elon y bajó la cabeza—, todo parecía tan increíble, nunca pensé qu
Último capítulo