Lo que Alguna Vez Fue.
La ciudad estaba casi desierta a esa hora, pero para Livia era como caminar dentro de un sueño mal construido. Nada encajaba del todo. Las luces de las farolas parecían demasiado altas, los autos abandonados demasiado silenciosos, los edificios demasiado inclinados a un lado, como si la gravedad se hubiera roto junto con su mente.
Sus pasos arrastrados eran irregulares. No porque estuviera cansada, sino porque su programación intentaba controlarla y fallaba con cada orden que surgía desde los restos del laboratorio.
Había logrado salir del edificio. No sabía cómo. No sabía cuánto tiempo había pasado desde que…
Un destello rojo cruzó su visión.
Sangre.
Un suelo blanco, un cuerpo cayendo. El brazo del doctor doblándose en un ángulo imposible. Un charco formándose debajo de su cabeza, extendiéndose hacia ella.
Un segundo, solo un segundo. Ese era el único fragmento que su mente permitía reproducir sin colapsar.
El aire frío de la madrugada le quemó los pulmones artificiales y la hizo tos