El gran coche negro se detuvo sin hacer ruido frente a la Mansión Luna, un lugar impresionante y moderno que Horus había elegido para su supuesta luna de miel. Pero esa noche, no era una casa para el amor, sino una base de emergencia. Senay, con su elegante vestido de novia, se sentía como una soldado en medio de una misión secreta.

Horus, completamente rendido por la fiebre, fue sacado del coche por sus hombres de seguridad. Senay corrió a su lado. Su piel ardía como si lo hubieran puesto al sol por días.

Adentro, ya estaba el Doctor Kemal, un hombre serio y vestido de traje que esperaba con su equipo médico. Vittoria, había sido muy eficiente al organizar todo: la suite principal se había convertido en una habitación de hospital de lujo.

Senay se quedó junto a la cama. Horus estaba inconsciente, luchando. El Dr. Kemal actuó rápido, le puso sueros, le tomó muestras de sangre y le dio medicinas para bajar la fiebre que amenazaba con dañarlo.

—Necesitamos hacerle pruebas, señora Arslan