Capítulo 80. Regreso
El camino de regreso fue silencioso y tenso. Alina no dejaba de mirar de reojo a Devon, que permanecía débil pero consciente, apoyado contra su hombro. Mya lo abrazaba desde el otro lado, preocupada por su respiración irregular. Los tres sabían que el peligro no había pasado, pero también sabían que no podían retrasar más el regreso.
El bosque se abrió finalmente hacia la entrada trasera del territorio, y una patrulla los reconoció de inmediato. En pocos minutos, el rumor se había esparcido como fuego: Devon había regresado herido... y había traído a su hermana perdida, a salvo.
El corazón de Mya latía con fuerza mientras avanzaban entre los árboles que la veían regresar convertida en una mujer. Sus pies se movían por inercia, pero su mente estaba en otra parte, en aquel instante que tanto había imaginado y que ahora parecía surreal.
Cuando llegaron a la casa principal, Martha y la abuela los esperaban en la puerta, sin poder creer lo que veían. Matilda soltó un grito ahogado y se lle