Capítulo 143. Un destino nuevo
El sol de la mañana se filtraba por los ventanales del gran salón del castillo, iluminando los corredores con tonos dorados. Devon caminaba junto a Alina, quienes sostenían con cuidado a sus tres hijos recién nacidos. La felicidad que se dibujaba en sus rostros era casi tangible, una calma que contrastaba con la tormenta que habían vivido apenas días atrás. La torre ya no era un recuerdo de peligro, sino del punto donde la familia se inició.
Alina miraba a sus hijos, el vientre que había sostenido con tanto esfuerzo ya vacío, y sentía cómo la energía de la maternidad la envolvía, mezclada con la fuerza que Devon le transmitía con cada mirada y cada gesto, pero también a través de su vínculo. Las tres pequeñas criaturas descansaban entre mantas suaves, cálidas y perfumadas, mientras Martha, Matilda y Mya las rodeaban con ternura, cada una contemplando el milagro de la vida y sonriendo ante el vínculo que se estaba creando.
—Son perfectos —susurró Alina, apoyando su cabeza en el hombro