Capítulo 104. Otra oportunidad
En la sala privada que Devon había dispuesto para conversar con Carl, la atmósfera se sentía cargada de tensión y esperanza. Una tenue luz de candiles apenas iluminaba las paredes de piedra, proyectando sombras que parecían reflejar la batalla interna de ambos hombres.
Carl estaba de pie, nervioso, con las manos entrelazadas frente a él, mientras Devon lo observaba con una mezcla de dureza y paciencia.
—Devon —comenzó Carl, con voz grave y sincera—, sé que no tengo derecho a pedir tu confianza. Sé que me dejé arrastrar por Soriana, que actué impulsado por su odio y su veneno. Pero te juro que no fue porque quisiera traicionar a la manada. Me confundí, me dejé influenciar… y lo siento profundamente.
Sus ojos brillaban con un destello de arrepentimiento que parecía auténtico, pero la sombra del pasado era demasiado grande para borrarla con palabras.
Devon cruzó los brazos, su mirada fija en el hombre que, años atrás, había sido un hermano de armas y ahora se encontraba entre los sospech