Capítulo 103. Juntos
La luz tenue de la luna se colaba por los ventanales del castillo Blacknight, pintando la habitación con suaves destellos plateados. Alina yacía recostada entre las sábanas de seda, aún débil pero con la firmeza de quien ha sobrevivido a tormentas imposibles. Devon estaba a su lado, su cuerpo cálido abrazándola con una ternura protectora, como un escudo contra todo mal.
Ella apoyó la cabeza en su pecho, escuchando el ritmo pausado de su corazón, y suspiró con un dejo de inquietud.
—Tengo un mal presentimiento —susurró, levantando la vista para encontrar sus ojos, esos que siempre parecían saberlo todo—. Siento que esto no ha terminado, que aún queda una sombra acechándonos.
Devon apretó sus brazos con suavidad, rozándole el cabello mientras le sonreía con esa calma firme que siempre le daba fuerzas.
—Lo sé —respondió—. Pero mira la luna, Alina. Siempre estuvo ahí, iluminándonos incluso en las noches más oscuras. Y mientras estemos unidos. Nada ni nadie podrá separarnos.
Ella cerró los