LARS
Me metieron al cuarto y me golpearon sin piedad… dolía, dolía muchísimo, y tenía mucho miedo.
¿Por qué me pasaba esto a mí?
Y en medio de mi dolor, como si fuera un salvador, llegó Ulrik. Por alguna razón él siempre iba en mi ayuda.
Todo en mi interior se estremeció al verlo y me sentí aliviado. Sí, porque confiaba en él, porque sabía que me ayudaría, que no me dejaría a mi suerte. Podía ser lo que quisiera, pero jamás me había defraudado. Más bien era al revés.
Y cuando tomó mi mano y me consoló tras evaluar mi estado fue… de verdad tranquilizador.
Amaba a ese hombre, y verlo preocupado hizo que mi miedo se aliviara un poco.
Cuando llegaron los paramédicos, me inmovilizaron. Me dolía mucho el torso, e imaginé que tendría algunas costillas fracturadas. Cada pequeño movimiento era horrible, tanto que me sentía mareado, como si me fuera a desmayar y, sí, a medio camino del hospital me desmayé.
El siguiente momento en el que supe de mí, respirar dolía, y me sentía tan pesado e hinch