Lo futuros alfas, Ashary, heredero del ducado y Lyonhart, príncipe heredero del reino de Gless, se criaron juntos desde cachorros, eso no significa que se llevaran bien. Por el contrario, se odiaban y competían por todo. Aun más si era por la mano de quien sería su omega. Sin embargo, nadie se imaginó que la guerra estallara, alteando los planes del Reino. Y que cinco años después, cuando Lyonhart volviera encontrara que su mayor rival se había manifestado no como alfa, sino como el omega más cotizado y poderoso de la corona. Acaso había ganado. Quizás o eso pensaba hasta que, tras un secuestro y un celo provocado, termina marcando a Ashary por accidente, haciéndolo su compañero. Ahora tendrán que ingeniárselas para arreglar el problema donde están metidos, como compañeros, intentando no matarse en el proceso y evitando la lujuria que los llama.
Leer másEl cuerpo de Ashary terminó acostado sin fuerzas, temblando como una hoja, como si hubiera miles de descargas eléctricas azotando sus nervios, las lágrimas manchando sus mejillas, sus labios hinchados por morderlos. Era por mucho, una imagen hermosa para el alfa que se incorporó lamiendo los restos del rico néctar que acababa de tragar.Con razón los alfas amaban tanto tener sexo con sus omegas y lamerlos de pies a cabeza. Cada parte de ellos sabía deliciosa, incluso sus fluidos. Llevó al mano que antes había estimulado el agujero ahora abierto y la lamió, el líquido transparente que envolvía sus falanges era aún más delicioso. Le encantaría devorarlo hasta dejarlo chorreando de nuevo, pero su propio miembro no aguantaba más. La tela de sus pantalones dolía contra él, palpitando y mojándola.Sentado sobre sus talones terminó de destrozar la tela de la ropa de Ashary dejando libres sus piernas que acomodó a cada lado de él, antes de agarrar la parte delantera de su pantalón y abrirla c
Una vena protectora palpitó dentro del alfa por lo que llevó su mano a su mejilla y acarició la piel magullada haciendo que Ashary corriera el rostro hacia el otro lado por el dolor, sin embargo, pero debido a que estaba excitado por el celo del omega, Lyon no pudo enfocarse en cuidar más de él, y menos cuando el olor se hizo aún más fuerte. Lyon se estremeció y se lamió los labios seguidamente de sus colmillos.Su mirada cayó sobre el cuello blanco y desprovisto que lo llamaba y no se negó. Se inclinó y lo primero que hizo fue chupar la piel suave de allí. Un rico gemido salió del cuerpo debajo de él que se movió, pero sin poder escapar por estar atrapado bajo su peso.El alfa cerró sus ojos y volvió a chupar después de dejar la primera marca roja. Sabía tan bien, húmedo, salado y a la vez dulce, lamió, chupó, recorrió con sus colmillos toda la extensión del cuello hasta estaba la horrible herida que habían dejado allí. Gruñó insatisfecho. Abrió su boca y la lamió en toda su extensió
Las manos de Lyonhart temblaban y su espalda, aparte de húmeda por la lluvia, estaba empapada de sudor frío. Sus colmillos dolían y con cada bocanada de aire sentía que su vientre bajo se apretaba. Era su instinto natural de alfa respondiendo a un celo de omega.Durante la guerra no se vio en la necesidad de tomar supresores a menos que no fuera en el día de su celo una vez cada seis meses. Los omegas tenían prohibido estar en el ejército para evitar accidentes, así que no estaba acostumbrado a lidiar con una reacción tan fuerte como la que estaba teniendo su cuerpo.Este le pedía entrar, agarrar al omega allí adentro, abrirle las piernas y enterrar su pene hasta lo más profundo para llenar su útero de semen, mientras enterraba sus colmillos en su nuca y lo hacía suyo. Si, un omega completamente suyo. Ah, eso se oía bien.Plash.El alfa se abofeteó sintiendo como su mejilla ardía por lo duro que se había dado. ¿En qué estaba pensando? Primero él no era como los desgraciados aquellos q
Lyonhart no se podía quedar quieto, caminando de un lado hacia el otro.Para esa hora de la madrugada no había ni una sola noticia de Ashary, nadie sabía que había ocurrido con él. Algo completamente absurdo.-Lyon, él estará bien- su madre intentaba tranquilizarlo lo que era completamente inútil.-Como se supone que un duque es secuestrado y nadie lo pueda encontrar después de cuatro horas- se encontró gruñendo tan fuerte que su madre y Milan sentado a su lado se estremecieron. Al ver su reacción Lyon chasqueó la lengua y se dio la vuelta- lo siento, iré a ver a mi padre.Y diciendo esto salió dando un tirón a la puerta. Marian abrazó a Milan que tenía lágrimas en los ojos.-Él nunca ha gritado así- dijo el omega tembloroso.-Es porque está alterado- le reconfortó Marian, aunque solo había pocas veces que había a su hijo ponerse en ese estado, y siempre había estado relacionado con... Ashary. Era el único que hacía a su hijo actuar... diferente.Lyonhart caminó rápido por el pasillo,
Ashary, irónicamente, debía darle las gracias a ese hombre. Su bofetada en su rostro había hecho que sus sentidos se ubicaran el tiempo suficiente, tras su cabeza casi derretirse por el calor abrasador que recorría su cuerpo, para poder cortar, por fin, la soga y llevar el cuchillo hacia adelante, enterrándola justo encima de la ingle del hombre.La sangre salpicó por todos lados manchando su ropa y su rostro junto con el grito del hombre que retrocedió alarmado. Los demás, aturdidos por lo acabado de ocurrido le dieron el segundo que Ashary necesitaba para obligar a su cuerpo a levantarse y un movimiento enterrar el cuchillo en el cuello del más cercano.-¿Qué demonios?- exclamó uno de ellos impresionado por la situación, dado que no esperaban que el omega actuara así y mucho menos que en menos de cinco segundos dos de ellos estuviesen chorreando sangre- maldito- se giró contra el omega.Ashary, que hacía un esfuerzo por mantener su cuerpo erguido mientras cada parte de él parecía qu
Ashary sentía su cabeza pesada, le dolía y palpitaba a un costado con algo caliente corriendo por ella. ¿Qué había pasado? Había sonidos y murmullos a su alrededor y mucha oscuridad, apenas con un destello difuso.Se removió encontrando que se encontraba sobre pasto, y que tanto sus piernas como sus manos estaban inmovilizadas. Algo sujetaba sus manos detrás de su espalda. Incluso su boca se sentía llena y fue cuando su conciencia se despertó de golpe. Tenía un trapo amarrado sobre la boca impidiéndole hablar. Y no solo eso, el costado de su cuello ardía, como si estuviese herido allí también y la presión habitual del collar de protección no estaba. Tembló ligeramente.Su mente rápidamente se puso en orden. Los hechos pasaron uno tras otro. Como dejó a Lyon en aquella terraza con un rostro contrariado que no entendía el porqué, cuando ellos no tenían nada que ver en su vida privada, como se despidió de su futuro prometido, como se subió a una carroza que lo esperaba y emprendía su cam
Había risas y murmullos alrededor de él, voces familiares, el olor dulce de feromonas y vino se mezclaban en la habitación, pero Lyon estaba perdido en sus pensamientos. Una mano tocó suavemente su brazo y eso lo hizo reaccionar.-¿Lyon, estás bien?- el rostro de Milan apareció preocupado en su rango de visión-El alfa se apretó el entrecejo para centrarse, tenía miles de pensamientos en su cabeza. Podía sentir las miradas tanto de sus padres, de sus futuros suegros, y de su prometido encima de él haciendo que el peso fuera aún más grande.-Todavía me encuentro agotado- soltó un suspiro- no se preocupen por mí.Marian, la reina se levantó del sofá frente a él y se acercó tocando su frente.-Tienes una ligera fiebre, quizás debas ir a dormir, la celebración y la cena debió ser muy extenuante cuando todavía no te has recuperado- mostró una expresión afligida.Eso era lo que más deseaba Lyon, volver a su cuarto y quedarse profundamente dormido en su cama hasta el otro día, más no quería
El príncipe, ante el pedido, detuvo su mano a un lado de su cuerpo antes que fuera hacia su pecho, donde estaba allí el collar por debajo de la ropa. El pensamiento de entregarlo le revolvía el estómago, aun si era a su propio dueño. Por lo que...-Lo siento, lo perdí- volvió a mirarlo ya más controlado.Por un segundo pudo notar como el rostro casi tieso de Ashary se arrugaba para después volver con aquella máscara que por años había tenido. Y su respuesta lo sorprendió.-Está bien, no era tan importante.Mentira, lo que decía era una mentira y Lyonhart lo sabía. Conocía bien a Ashary, lo suficiente para saber que él no le daría cualquier cosa. Se sintió mal por su egoísmo, él solo quería mantenerlo un poco más con él. Lo ayudaba a dormir y no tener pesadillas tan intensas con los recuerdos de la batalla.Quiso cambiar el enfoque de la conversación, sacando un tema delicado y que después casi se arrepintió.-No me esperaba que... te manifestaras como omega, Asha.Este pestañeó ligera
La brisa suave y fresca de la noche corría. Los cabellos hilados en oro eran barridos levemente por ella haciendo que un leve aroma a sándalo vainillado, dulce y cálido con un toque aterciopelado y sensual picara en la punta de la nariz de los dos alfas presentes. Aquello era... feromona omega, apenas imperceptible, solo lo suficiente para detectar su presencia.Era... una fragancia más que deliciosa... reconfortante y cómoda.-¿Lyonhart?- la voz del rey rompió el hielo del momento al notar los largos segundos en que su hijo se había quedado mirando fijamente a Ashary con una intensidad la cual pocas veces había notado hacer.Fue entonces que el alfa se dio cuenta de su estado y pestañeó después de mucho tiempo sintiendo dolor en sus ojos. Wao, había pensado que pocas cosas podrían impresionarlo, pero esto... lo había desconcertado por completo porque no se lo esperaba.-Disculpa padre, solo me sorprendí un poco. No pensé que Ashary fuera el actual duque de DavrelesEl rey sonrió.-Cr