LARS
La vida siempre tiene formas misteriosas de desarrollarse.
Cualquiera pensaría que después de todo el desastre seríamos felices por siempre, habría una boda y toda esa mierda con palomitas blancas surcando el cielo azul, un retrato de felicidad, ¿no?
Pues nada más lejos de la realidad.
Para empezar, todo a nuestro alrededor era un desastre, y nos tomó mucho tiempo arreglarlo.
Desde aclarar el secuestro de mi madre, tratar con las autoridades, la recuperación de Soren, volver al trabajo y trabajar codo con codo con Ulrik para restaurar la reputación de Almen, esta vez no como una empresa matriz, sino como una subsidiaria de Frantid que, al final, en mi cumpleaños número treinta, Ulrik me terminó regalando.
Sí, la sacamos juntos a flote y se convirtió en mía, aunque yo no la quería.
No me juzguen, gracias a Almen conocí muchas cosas buenas e interesantes, pero ese no era mi destino, y tras hablarlo con Ulrik, él lo entendió.
Al final, dividí mi propiedad de Almen entre mi madre y m