Una hermandad,una postulación, un sumiso que nunca lo ha sido. William Carter es el próximo líder de Alfaπ. Él lo tiene todo, dinero,conexiones,amigos,y sobre todo chicas,lo único que no tiene es alguien que le plante los pies sobre el suelo. Kumy Mattews es elegido por Kenneth Roth,ex líder de Alfaπ para ser el favorito de Liam por su carácter rebelde,sin saber que hacerlo podría traer mas problemas de los que él hubiera imaginado.
Leer másCapítulo 1
(Liam- diminutivo de William)...Los tripulantes de aquel vuelo solo parecían ser sombras,nada de lo que sus ojos veían parecía ser cierto. Todo debía ser una pesadilla. Kumy iba a Washington a vivir con su padre,del cual,no sabía casi nada,solo lo que su madre le había contado en repetidas ocasiones,dejándole ver que para ella era importante que tuviera trato con él, pero para Kumy,eso era casi imposible,puesto que jamás había tenido nada que ver con ese hombre. Y ahora, se encontraba ahí, a solo unas semanas de la muerte de su madre y un amargo sabor de boca.-¡Kumy! ¿Estás bien?-los dedos de Tsuki su tía acariciaron los suaves cabellos del chico.Kumy volvió el rostro para verla con la mirada oscura y perdida ¿dónde estaba? ¿qué estaba pasando? nada parecía estar pasando de verdad.No dio una respuesta a esa trillada pregunta. Opto por ponerse los auriculares de su y olvidar al mundo que seguía su curso normal alrededor ,y tratar de ignorar por un tiempo más que su tía lo estaba obligando a cumplir la última voluntad de su madre.Kumy no entendía o no terminaba de aceptar su realidad,la muerte de Ichiko su madre tan solo unas semanas atrás,las suficientes para que Tsuki,su tía,hermana de Ichiko se pusiera en contacto con su padre y poder deshacerse de él. Jason Mattews era su padre,un exitoso hombre de negocios en los Estados Unidos,en uno de sus viajes de la universidad conoció a Ichiko,la hermosa joven que le robó el la razón, enrollándose con ella en un romance veraniego de un par de días solamente,él se fue, dejando a Ichiko la promesa de volver y buscarla. Pasados varios meses, Jason había decidido volver y buscar a su amada Ichiko,pero al hacerlo,la sorpresa fue grande,al verla con una barriga de por lo menos cuatro meses de embarazo. Sus padres se casaron en Washington en una ceremonia sencilla y solo rodeados de sus amigos más cercanos y de Tsuki. Solo un año duró ese triste matrimonio,puesto que Jason no podía dejar de lado sus obligaciones,e Ichiko,siendo una romántica hasta las medula, decidió dejar esa triste vida para devolverse a su país,y Jason solo vio a su hijo de pequeño,lo único que Kumy tenia de Jason era su apellido y alguno que otro rasgo,como el negro de su cabello o su gran testarudez.Nada más había en común,sus rasgos Coreanos eran muy marcados,Kumy era igual de hermoso que Ichiko,pero muy distinto a Jason.Jamás tuvo contacto con él,con su padre,solo un par de email y unas tarjetas electrónicas.Ahora,tras la muerte de Ichiko,su padre parecía pensar que tenía que cargar con él y eso lo enfurecióEl vuelo llegó sin más complicaciones que una fastidiosa Tsuki que lo apuraba cada dos por tres. -Kumy, ve por el equipaje mientras yo busco a tu padre-.Tsuki todavía no terminaba de dar sus órdenes cuando un huraño Kumy ya se había encaminado hacia el rotary que traía los equipajes. Subió la capucha de la chamarra y guardó los auriculares. Varias maletas pasaron frente a sus rasgados ojos, pero ninguna era la suya, tras dos equipajes más apareció la de Tsuki, de un jalón la atrajo a él,cerró los ojos con mucha calma y suspiro,por fin soltó el aire,se sentía bastante agotado. Su equipaje venía, pero parecía venir enredado con otro. Se acercó hasta llegar a la maleta,la trató de jalar pero no pudo,el otro maldito equipaje no lo dejaba sacar el suyo ¿qué diablos traían ahí? ¿piedras?...Una risita lo sacó de sus cavilaciones. -Tranquila preciosa, yo me encargo-Fue lo que escuchó decir a un chico de cabellos castaños y enormes ojos azules.William sacó la maleta de un jalón, separó la suya de la de la de la chica y colocó ambas en el suelo con cuidado. Volteó el rostro para regalarle a esa chica una de sus adorables sonrisas, pero la hermosa chica estaba enojada, sus ojos estaban ligeramente entornados igual que sus lindos labios. -¿Que pasa hermosa,porque estas molesta?-preguntó Liam con su misma sonrisa encantadora. Kumy se cruzó de brazos y solo lo miró con fastidio, sin decir una sola palabra. -Oh,disculpa. Quizá no me entiendes y yo parloteando solamente-pero Kumy seguía callado.Solo tomó su equipaje y le dio la espalda a Liam, dejándolo con un palmo de narices. Éste,se quedó perplejo. -¡Bah!-no estaba tan buena,más plana que una tabla,si acaso su carita nada más-bufo Liam, alejándose del concurrido aeropuerto. Kumy caminó de vuelta hasta donde Tsuki lo esperaba,fue con cara de molestia y fastidio que ni siquiera se tomó la molestia de ocultar para su tía y mucho menos para el hombre que estaba con ella. El chico lo miró con el ceño fruncido y resopló molesto. -Mira Kumy,él es Jason tu padre. Señalo a un hombre muy alto de complexion atletica,cabello muy negro y ojos verde grisaseo. -Hola,hijo-saludo Jason. Pero de ese chico no iba a conseguir mucho,Kumy se sentía traicionado por su tía, por el mundo y hasta por dios mismo. Su vida era perfecta hasta antes del accidente de su madre,él era buen estudiante,deportista, y empezaba una fabulosa carrera de modelo,ahora no tenía nada de eso, pero lo que más dolía era que Ichiko se había ido dejándolo muy solo. -¡Emh!. Supongo que estás muy cansado-agregó Jason al ver que Kumy lo dejaba evidentemente con la mano extendida.-Bueno es hora de irnos-.volvió a decir Jason. Tsuki solo le sonrió a su sobrino y palmeo un poco su espalda dándole los ánimos que al chico le faltaban. Por todo el largo recorrido Kumy no dijo nada, solo se limitó a asentir en algunas ocasiones y solo cuando Tsuki hablaba. Él nada tenía que ver con ese hombre que manejaba un auto de lo más moderno,pero muy ridículo para su gusto. Kumy sabía que Jason era un hombre con dinero, a él nunca le hizo falta nada material, solo que los padres todavía no se compran en el super, y en el caso de Jason Mattews él era el peor de todos, pues olvidar que tenía un hijo al que solo tenía un año cuando dejó de verlo, era espantoso.La casa de Jason era enorme, pero algo en ella se le hizo muy familiar, en lo que podría ser una cúpula había una pajarera, solo que ahí no se veía ningún ave. Una sonrisa muy pequeña salió de los labios del chico. Jason pudo verlo de refilón y su sonrisa también se dibujó perfectamente en su comisura. Paso por un lado de su hijo palmeando su espalda-¡Ichiko lo puso ahí-dijo señalando la pajarera. Kumy reaccionó más tranquilo. -Lo se,en casa había una-mencionó ese hecho y jalo su maleta al hombro. -Bueno, vamos!-entraron a la casona, el salón de la entrada era enorme y de un hermoso color marfil, las escaleras estaban hechas de madera brillosa y los pilares de los lados adornaban dando un toque elegante pero acogedor. No era lo que Kumy esperaba para nada, esa casa toda le recordaba a Ichiko y sus gustos. -Quizá sea anticuada, pero desde que ella se fue nada cambió por aquí-En su rostro se plasmó el recuerdo y la melancolía de un amor frustrado. Kumy salió de sus propias cavilaciones. Asintió levemente con la cabeza y bajó el rostro avergonzado-quizá y Jason no fuera tan malo!...No supo de donde salieron un hombre y una mujer. El era muy delgado, alto y algo calvo, ella muy rubia y robusta. -¡Ohm señora Miller, Bernard...Este es mi hijo Kumy-señaló al muchacho- Y ella es Tsuki su tía. La señora Miller se acercó a Tsuki tendiendole una mano,Tsuki la recibió con una cálida sonrisa. Después se acercó a Kumy,este se veía muy sorprendido por la expresión de la señora Miller. Parecía estudiar cada rasgo de su rostro con detenimiento. -¡Vamos mujer que va a espantar al chico!-alegó Bernard. Este se acercó a saludar de igual manera. -Primero las damas ¡madame!-saludo a Tsuki con un beso en la mano. -¡Bah!-Solo trata de impresionarte querida-exclamó a su lado la señora Miller. Bernard volteó el rostro para verla, al igual que los demás. -Mujer,¿no se me permite ser un caballero con tan bella dama?-fingió pena. Todos, incluida Tsuki sonrieron. -Señor Mattews, el joven es igual a ella, a Ichiko, debieron engañarlos en la clínica porque parece una muñequita. Jason y Tsuki soltaron una sonora carcajada, pero Kumy no sonrió siquiera,al contrario,soltó un pequeño bufido. -Vamos Kum! ella solo bromea-asegurar su tía-Señora Miller,Kum es modelo en Corea. Jason volteo el rostro para ver a su hijo-¿de verdad?-preguntó tratando de parecer sorprendido. Kumy seguía con la capucha de la chamarra puesta y el rostro enrojecido. -Si,Jay,no miento. ¡Vaya! Esa manía de Tsuki de abreviar los nombres. -Tengo un amigo, podría darle los datos de Kumy, quizá no todo está perdido, si ya era conocido allá,quizá pueda hacer algo. Kumy giró el rostro para verlo a los ojos fijamente. -Después, no estoy seguro de quedarme aquí mucho tiempo-dijo Kumy por fin para librarse de esa platica. Era obvio que no quería quedarse ahí por mucho tiempo, ni siquiera era menor de edad, bueno tenía diecinueve apenas cumplidos. El solo quería estar un tiempo ahí para cumplir con Ichiko, estaba en sus peticiones de último momento, si a ella le sucediera algo,Kumy iría a Washington y le daría una oportunidad a su padre. No era esa parte la que le molestaba, era el hecho de que no sabían nada el uno del otro, ¿qué pasaría si su padre supiera que su hijo era diferente? con su familia no hubo nunca problema, hasta su tía lo sabía, pero Joong su ex siempre decía que en América había mucha discriminacion.Las últimas veinticuatro horas han sido muy intensas para todos,no puedo negar que conocer a todos y cada uno de ellos en persona me dejó una sensación maravillosa. Pero ahora me encuentro fuera de la mansión Mattews y aquí en Washington hace un frío de fregada que cala en los huesos. Miro mi reloj de pulsera y me doy cuenta de que es tan temprano que estoy segura de que si Kumy está aquí aún sigue dormido. ¡Maldición! que frío hace.Si sigo aquí parada me haré una jodida paleta de hielo,pero valdrá la pena si logro hablar con él y aunque no me crean estoy nerviosa.Tras pasar un largo,muy largo rato fuera de esa jodida mansión logro ver que el portón principal se abre y por ahí sale un coche deportivo en color blanco con franjas negras. No tengo un buen pretexto o una excusa para estar aquí y lo sé.Él mira hacia los lados con aire distraído y sin poder evitarlo me quedo viendo a sus ojos fijamente, sé que se da cuenta porque siente el peso de mi mirada y hace lo mismo. ¡Santo dios!
Cada vez me cuesta menos entender a estos chicos y por consiguiente encontrar la forma para hablar con ellos. La oficina en la que estaba me dejaba ver un largo pasillo por el que corría gente,iban y venían con prisa,pero eso no me desanimó, al contrario,yo quería hablar con William Carter y así poder entender un poco a ese chico que tantos dolores de cabeza nos causó, y digo nos causó porque no creo ser la única que quería tomar a esos dos de las orejas y sentarnos a hablar para que de una jodida vez se dejaran de tonterías. Apure el paso y me adentré a la pequeña oficina en la que el pobre de Carter estaba esperando. La situación para él no es nada fácil y en la rigidez de su rostro puedo ver que no la está pasando nada bien.—Buenos días señor Carter—Lo saludó y él extiende su mano,de esa forma puedo examinar sus profundos ojos azules y en ellos encuentro una profunda desesperación—Soy la trabajadora social que lleva su caso.Él me mira y asiente levemente con gesto descuidado,com
Para poder ver a este hombre tuve que caminar algunas horas,ver muchos rostros estirados y sonreír a varias caras ariscas. Desde siempre he pensado que lo que llevó a este señor a dar todo su apoyo a su hijo fue el hecho de que se sentía culpable por no haber estado en cada una de sus etapas de cambio,por no haber figurado en esa fotografía de familia que cada uno tenemos en algún marco,álbum o alguna pared. Pienso que de haber estado siempre a su lado ese chico habría recibido más palizas que abrazos,más regaños que palmas reconfortantes y más gritos que miradas de tristeza. Pero eso sólo me lleva a querer saber qué fue lo que realmente llevó a Jason Mattews a tratar de ser el padre perfecto que todos queremos tener,así que me encontré con él en su oficina. Ahora puedo ver el enorme ventanal que aquel día mirará Kenneth y conocí a la rubia insufrible que decora la recepción del senador.El hombre tiene el aspecto de alguien muy importante sin duda,sus ojos gris verdoso me acompañan h
Kenneth…¿En qué jodido problema estaba metido ahora este sujeto? Debo confesar que de todas las personas del mundo,con la que menos quería hablar hoy era con Kenneth Roth, siempre me ha parecido un tipo frívolo y sin mucho chiste. Ahí me encontraba yo sentada frente él, tenía el cabello más largo y oscuro, al parecer lo lleva natural. Sus ojos son grandes y muy bonitos al igual que su sonrisa,pero tiene ese aire de "yo las puedo todas" que de verdad me caga.(perdón por la expresión).Se veía tranquilo y algo descuidado,seguramente era por los días que llevaba aquí sin ducharse.—Buenos días señor Roth —Lo saludé lo más distante que puedo,sin pretender tener un acercamiento más personal con él.Sube la mirada y ladea la sonrisa evaluativa que tiene. ¿Está coqueteando conmigo?—¡Puaj!...—Ya dije que no hablaré hasta que William Carter esté aquí.Vuelve a voltear el rostro como si no hubiera nadie en la habitación, ¿qué pasa con este tipo? Primero me mira como si fuera un pastel y luego
El foro de grabación estaba abarrotado de gente que iba y venía con infinidad de cosas,cambios de vestuario, luces, cables y vasos de café —¿café?—bueno,esto era la locura, quizá lo necesitarán. Me escabullí todo lo que pude hasta quedar parada frente a una puerta metálica con una pequeña placa en medio,decía Hyun Joong. Tomé mucho aire,mucho. Ahí estaba yo parada frente a su puerta y con la firme decisión de no irme hasta lograr mi cometido,una entrevista con el chico más deseado de Corea—después de Kumy,claro—. Sólo que había un inconveniente y estaba consciente de eso. "Kim odia las entrevistas",ya había hecho yo mi tarea e investigado bien,un periodista lo tenía fastidiado siempre, queriendo ventilar su vida a diestra y siniestra, y el adorado Kim tenía tiempo que estaba vetando a cada periodista que conocía, si quería acercarme a él debía ser más astuta que eso.Saqué mis gafas de pasta—Son reales eh— y una libreta negra de piel con un bolígrafo. Toqué dos veces a su puerta antes
Jason se sentó a la mesa y colocó una servilleta en las piernas. En cuanto Tsuki lo vio le sonrió ampliamente.—¿Cómo te fue anoche?—Jason miró a Tsuki de soslayo. Y ésta se sonrojo.—Bien,supongo.Pero Jason negó ligeramente con la cabeza y reprimió una sonrisa. Caín y Tsuki se habían perdido apenas y terminó la recepción del desfile. No había sabido nada de ellos,a pesar de que Caín era su mejor amigo,sabía que de él no lograría sacar nada,pero de Tsuki era diferente.—¿Y a que hora llegaste?.Siguió el interrogatorio,sabía que la ponía nerviosa,pero eso era la parte buena del asunto. Su cuñada no podía ni hablar de los nervios y eso era bueno de ver.—Tarde.dijo lacónicamente.Y Jason volvió a sonreír muy quedadamente.Las cosas entre Kumy Y Liam no habían cambiado. Liam había vuelto solo y Kumy no había llegado a su habitación en toda la noche,lo había buscado y no lo había encontrado.Se levantó parsimonioso. Odió la idea de la culpa, y lo sabía,jamás debió decir lo que dijo,ma
Último capítulo