LARS
Cuando vi la tensión desde atrás me pasmé, y al oír un quejido ahogado se me llenaron los ojos de lágrimas. El tipo disparó por segunda vez y el cuerpo de Ulrik se puso rígido.
—¡Alto! ¡Detente! ¡Para! —Me removí con todas mis fuerzas para deshacerme de mi captor, pero él me sujetó con más fuerza.
—¡Quédate quieto o también tendrás tu dosis! —gritó, pero no pude hacerlo.
Dos segundos después, me dio un golpe en la nuca que me dejó sin fuerzas y terminé en el suelo. Ellos soltaron a Ulrik y se rieron, y salieron de ahí como si nada.
Él cayó de rodillas al suelo, apenas sosteniéndose con sus manos, y noté un temblor general en todo su cuerpo. Respiró hondo y soltó un gruñido antes de resoplar, y se arrodilló.
Me enderecé un poco y gateé hasta él, colocándome a su lado.
—¿Estás bien? —susurré preocupado.
Tenía el gesto endurecido, pero apenas verme lo suavizó, y una sonrisa pintó sus labios, relajando toda su expresión.
—Soy un tipo duro, ¿sabes? Un par de descargas de un taser no p