Isabela (Yo)
El doctor regresó con una carpeta gruesa, rostro grave, y yo sentí que el aire se congelaba antes de que hablara.
Doctor
—Señor Salvatore… señora Isabela… necesito que escuchen esto con calma.
Adrián se enderezó como un lobo listo para atacar.
Adrián
—Hable claro, doctor.
El médico respiró hondo.
Doctor
—El desprendimiento es más grande de lo que pensábamos. Y para evitar que pierda el embarazo, necesito ponerla en un tratamiento intensivo… pero hay un problema.
Este país no cuenta con los equipos de soporte materno-fetal avanzados que requiere ahora mismo.
Sentí cómo mi garganta se cerraba.
Adrián agarró el borde de la camilla como si fuera a arrancarlo.
Isabela
—¿Qué significa eso?… ¿qué… qué me va a pasar?
Doctor
—Si se queda aquí… el riesgo de perder el embarazo es altísimo. Necesita monitoreo especializado las 24 horas, bombas de infusión programada, ultrasonido Doppler continuo y terapia preventiva que solo existe en centros de alto nivel.
Adrián me miró, ojos rojos