Mundo de ficçãoIniciar sessãoUna segunda mirada a la ropa deportiva me indicó que había más de la que ya había usado.
Había sólo dos cajones ocupados, aunque eran tan grandes que el contenido de ambos no alcanzaba para llenar uno. En el primero hallé ropa interior y en el otro calcetines. Bajo la cajonera descubrí un largo estante apoyado directamente en el suelo alfombrado, donde se alineaban los tenis, los zapatos altos y las sandalias que me hiciera calzar.
La ropa interior deportiva, de algodón elastizado, se sentía como una caricia, tal como la primera vez que la usara. Opté por las únicas mallas rectas que había usado. Entre las camisetas encontré varios tops ceñidos pero más normales que las camisetas demasiado escotadas que me hiciera usar en su gimnasio, y otras tantas sudaderas. Elegí la única con bolsillos, para poder meter allí mi mano derecha y que no se







