Carlo:
Mika y yo salimos de la pizzería en busca de Emma, recorrimos las calles y nada, no contestaba su teléfono y esto me tenía preocupado.
—Debe estar con Axel —dijo Mikael al borde de la desesperación.
Subimos a mi motocicleta ya que el estaba demasiado nervioso para manejar, ahora me estaba replanteando y sintiendo culpable por haber hablado con Mikael delante de ella.
Sabía que Emma era terca, pero no pensé que saldría así.
Llegamos a la pastelería y en esta no había nadie, solo los empleados terminando de recoger, subimos de una vez a la oficina de Axel, dentro de esta estaba Tamara.
—Axel ¿Me explicas? —habló Mika.
—Chicos.. no tengo cómo explicarles lo que pasó.
—¿Emma vino?
—Si y.. —se quedó callado.
—¿Y que?
—Me encontró con Tamara, besándonos —murmuró.
Cerré los ojos con fuerza y escuché como Mikael tiró la silla al suelo haciéndola pedazos.
—¡Maldita sea Axel! —alzó la voz— ¡Joder!
—Lo siento.. no sabía lo que hacía..
—¡Si lo sabías maldita sea! —siguió gritando— ¡Emma te