Axel:

Dos semanas después.

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Dos semanas en las que hemos estado al borde de la desesperación, no había mejoría para Emma, aún seguía en su estado de shock. El estrés que generaba su estado era palpable para todos, sobretodo para sus padres quienes eran los más afectados por la situación.

Cómo era de esperarse, el alcalde intentó que su hija saliera libre de todos los cargos que tenía encima, no quería llamar a mi tío, pero al final lo hice y sin pensarlo mucho vino desde Washington hasta Chicago para ayudarnos.

No fue necesario un juicio, solo una pequeña audiencia dónde se presentaron las pruebas suficientes contra Natalie Hamilton y Sarah Tatum, la hija de Andy, ambas fueron acusadas por homicidio e intento de homicidio en primer grado, secuestro e intento de abuso sexual. Natalie había drogado a Emma para que Sarah se la llevara a la cabaña del pueblo donde había nacido ésta, también se supo que Tom era el hijo bastardo del alcalde y la única que lo sabía era Natalie y había formado un lazo un tanto enfermizo con Tom, ya que en el juzgado había declarado que estaba enamorada de el y que le hizo daño a Emma por qué el estaba con ella.

Se sumó un cargo más que era el chantaje y extorsión, Natalie estaba usando a la viuda de Tom para que cuidara a la hija de Oliver, la mujer estaba siendo amenazada con asesinar a ambos niños junto a Sarah, todo este tiempo ellas dos habían planeado todo para vengarse de Emma.

Oliver sirvió cómo un gran testigo en la audiencia, hablo sobre todo el plan que pensaban hacer con Emma y del porqué se había negado a ejecutarlo, alegó que no podía decir nada por miedo a que su hija corriera peligro así que lo exoneraron de cualquier cargo que le hayan querido proporcionar.

Natalie fue acusada a cadena perpetua por asesinato, intento de violación, uso de drogas en otra persona sin su consentimiento y violencia física junto con complicidad y uso de poder. Cómo era de esperarse su padre había enloquecido en el juzgado y amenazó de muerte a mi tío, juez y padres de Emma, por supuesto sus amenazas no sirvieron de nada ya que a los dos días de haber terminado la audiencia intentó dispararle al juez y fue más que obvio que fue a la cárcel.

Era de esperarse de que quisieran hundir a Emma en la cárcel por asesinar a Sarah Tatum, pero habían pruebas, más Oliver como testigo que alego que lo hizo en defensa propia ya que ambas mujeres tenían armas de fuego y blancas, la prueba de sangre de Emma que indicó que tenía droga, su cuerpo golpeado y en el estado en que se encuentra fueron pruebas suficientes para que la dejaran libre de todos los cargos, por su supuesto su tío Jason fue un excelente defensor e hizo todo lo posible para que no acusaran a Emma de asesinato, si no que lo hizo para salvar su vida.

Ahora todos nos estábamos centrando en la recuperación de Emma, que aún seguía igual, sus heridas habían sanado perfectamente, Jess se había encargado de emparejar su cabello, lucía algo distinta porque si hermoso cabello no estaba, ahora solo tenía algo demasiado corto.

Kurt, Jess y Oliver venían a la hora de visita a hablar con Emma así ella no les contestara o hiciera algún movimiento, cada noche nos quedábamos con su madre para hacerle compañía ya que la señora Allen se negaba a dejarla sola, sus padres también se turnaban para acompañarla, hoy solo me quedaré yo ya que su madre estaba enfermando por tanto estrés.

—Ya estoy aquí señor Allen —coloqué las bolsas sobre la mesa— ¿Algún cambio?

Mi vista paró a Emma y ella solo miraba la ventana como todos los días, perdida dónde sea que esté.

No habían querido dejarla salir del hospital ya que en sus estado jamás se sabe cuándo vaya a reaccionar, aún sus costillas estaban mejorando por lo que no se podía mover, todos los días viene un terapeuta para ayudarla y por supuesto nosotros que la ayudamos a hacer todo.

—Nada —suspiró—, solo espero que algún día salga de ahí... Emma mi vida, papá tiene que irse —vi como ella apretó su mano—, no estarás sola, aquí está Axel y podrá cuidarte mientras papá tiene que ir a casa a cuidar tu madre y a Jackson que están enfermos también.

El señor Jamie era muy distinto a Julian, ambos se parecían físicamente pero, en personalidad eran como el agua y el aceite, el señor Julian solo abrazaba a Emma hasta que se dormía, en cambio el señor Jamie le hablaba de lo que hacía en el día, cómo estaban sus hermanos y demás... Cosas muy distintas pero que demostraban lo mismo, amor.

—Bueno Axel, te encargo mucho a Emma —asentí—, llámame si hay algún cambio ¿Si? Lo que sea y vendré de inmediato.

—No se preocupe señor Allen, vaya con cuidado y saludos a la señora Emily, que se mejore.

El sólo me dió una sonrisa y palmeó mi hombro, dió un último vistazo a Emma para salir de la habitación, de inmediato me acerque a ella y bese su frente.

—Hola mi bonita, puedo ver qué estás más hermosa que todos los días... Supongo que tienes hambre ¿No? ¿Quieres comer?

Con solo apretar mi mano me confirmó de que tiene hambre, hasta ahora solo ya hecho ese único movimiento, con eso nos ayuda a saber que quiere y que no.

Abrí la taza con lasaña, Carlo la había preparado para ella, es su favorita.

—Mamá me llamó para saber cómo estás... Toda la familia está orando por tu recuperación —sonreí—, mis padres han querido venir a verte pero, el trabajo es mucho en New York.

Agradecía tanto que ella al menos comiera, siempre lo hacía de forma lenta y pausada, desviaba su mirada hacia abajo, aún no miraba a nadie, cosa que me dolía mucho, extrañaba tanto que me mirara o que soltara alguna palabra, no hacía ni emitía algún sonido.

—Mika ya se lleva mejor con su hermano ¿Sabes? Jamás pensé que Anton me cayera tan bien —reí—, Mikaela quiere conocerte.... También me he hecho amigo de Oliver, siempre supe que es un buen chico, Hope es una preciosa y...

Mis palabras quedaron ahí, un nudo en mi garganta se hizo presente cuando me imaginé a Emma con un bebé en sus brazos, cuando supe que estaba embarazada y lo había perdido, me derrumbe por completo, ese era uno de mis sueños y anhelos y más con ella... Pero aún está joven y tendrá tiempo para ser madre, por ahora solo quiero que esté bien y pueda volver a ser la misma de antes.

Terminó de comer la lasaña y le dí un poco de jugo, la puerta de la habitación se abrió dejando ver y escuchar al par de idiotas que siempre pelean por cualquier tontería.

—No seas idiota Mika, la tierra no es plana, es esférica.

—Eso es falso mi estimado —se acomodó los lentes—, no hay pruebas que indiquen que la tierra sea esférica.

—Pero tampoco hay de que sea plana... Además ¿Por que estamos discutiendo por eso? —lo miró mal.

—Porque eres un tonto que quiere llevarme la contraria, te lo dije amigo, mi coeficiente intelectual es más alto que el tuyo —rió—, no quieres admitir que soy mucho más inteligente y guapo que tú.

Estos dos van a matarme de un estrés.

Carlo solo ignoró a Mika y llegó a Emma para saludarla, está noche se quedarían conmigo.

—¿Cómo hicieron para llegar sin ser vistos?

—Bueno, el idiota con coeficiente intelectual alto, tuvo que sobornar a una enfermera... Le dió el número para tener una cita después.

—Antes de que me regañes hay dos cosas que debo decir... Una —hizo un uno con el dedo—, fue por una buena causa y dos, el número que le di era falso, le dije que llamara mañana porque no tenía el teléfono encima.

—¿No se te pudo haber ocurrido algo mejor? —alce una ceja. 

—No —negó—, tenía que usar mis encantos para poder ingresar —caminó hasta Emma—. Hola mi amor, esta noche me quedaré contigo y los otros dos... No entiendo cómo es que puedes seguir con ellos dos si conmigo tienes más que suficiente.

—Mikael —dije en tono de advertencia y el solo me ignoró.

—¿Ya ves? No me dejan tenerte solo para mí... Son unos ingratos.

—Deja de decir tonterías idiota... Mejor vamos a acomodarla, ya son las nueve de la noche y debe dormir, nos turnaremos para vigilarla.

Recogí todo sobre su cama mientras que Carlo y Mika la acomodaban en la cama, sus rostros habían cambiado a uno de tristeza, tanto a ellos como a mi, nos dolía mucho que Emma no tuviera mejoría alguna, solo nos quedamos en silencio hasta que ella cerró los ojos y se quedaba dormida.

A la mañana siguiente.

Me removí del incómodo sofá tratando de abrir los ojos, me di cuenta de que ya había amanecido, nos habíamos quedado despiertos hasta las tres de la mañana y después caímos rendidos los tres, me talle los ojos y mire a mi lado donde estaba Carlo acostado casi que encima de Mika, estiré un poco mi cuello y miré a Emma.

Me quedé congelado cuando la ví sentada en la cama comiendo, estaba tan concentrada en comerse lo que había quedado de lasaña anoche, tenía su pijama puesta y un gorro, el mismo gorro que tenía Carlo anoche puesto.

Moví a los chicos de forma frenética y ambos se levantaron asustados.

—Voy a aprovechar que estamos en un hospital para mandarte a urgencias —escuché a Mika—, porque te partire las putas piernas por despertarme así, ¿Que carajos miras?... Joder.

Tanto Carlo como Mika miraban a Emma comer.

—Estoy soñando, es eso, ¿verdad?

—No estamos soñando —hablé por fin—, está comiendo.

El rostro de Emma giró hacia nosotros, nos miró con curiosidad y frunciendo levemente el ceño, tenía comida en si boca. Sus ojos nos estaban mirando.

—¿Que sucede? —preguntó con la boca llena.

Rápidamente fui hasta ella para abrazarla, dió un pequeño respingo y después de unos segundos asfixiantes me correspondió el abrazo, la solté y la tomé por las mejillas. Sus ojos volvieron a brillar como antes, ya no estaban vacíos, mi Emma había vuelto.

—Mi amor... Estás de regreso ¿Estás bien? ¿Te duele algo?

—Las costillas pero solo un poco —sonrió—, solo tengo mucha hambre, la lasaña se terminó.

—Carlo, llama al médico —el asintió—, Mika ve por algo de comer.

Ambos salieron de la habitación y yo solo me quedé mirando a Emma, estaba contento de que ella ya había vuelto.

—Estás aquí.. —susurré. 

—Si —sonrió—, pero tengo hambre.

—Ya te traerán comida —asintió— ¿Hace cuánto reaccionaste?

—No lo sé, estaba oscuro cuando lo hice, los ví durmiendo tranquilamente y no quise despertarlos, no quería dormir más tiempo.

—Ya el médico vendrá a revisarte, necesito saber que estás bien..

—Me siento bien —sonrió leve—, solo con hambre eso es todo.

—Tengo que llamar a tus padres... Si no lo hago ahora Julian me arrancará las orejas.

—Hazlo después... Quiero que me abraces ahora ¿si? Solo quiero eso, nada más por el momento.

Sin pensarlo mucho la abracé, sus pequeños brazos me rodearon mientras que yo daba leves caricias a su espalda, ahora sí me sentía completo, ya podía escuchar su voz, sus manos acariciando mi espalda y escuchar sus suspiros, anhelaba sentir todo esto desde hace dos semanas, que para mí habían Sido las más largas.

—Dime algo... ¿Escuchabas todo?

—Cada palabra, solo que mi cuerpo o mi mente no lo sé, no quería reaccionar, escuchaba cada palabra de mis padres, del como Jess me acomodó el cabello, las charlas de Oliver y Kurt sobre fútbol, el llanto de Mika pidiéndome que regresara, las caricias de Carlo y por supuesto tus conversaciones conmigo.... Lamento tanto no haber estado presente, pero se me dificulto salir de ahí —suspiró—, voy a necesitar mucha terapia. 

—No te preocupes por eso ahora, lo importante es que estás aquí y podrás mejorar, llamaremos a un buen terapeuta para que poco a poco regreses a ser la misma.

—Me parece buena idea mi amor... Gracias por no dejarme sola ni un minuto, te amo —me miró.

—Yo también —suspire de alivio—, no sabes cuánto.

Ya había reaccionado, ahora solo quedaba esperar que recibiera terapia debido al shock que sufrió, ahora más que nunca la dejaré sola, ella nos necesita y estaremos para ella.