| 71 |

Emma:

En la cabaña.

~~~~~~~~~~~~~~~~

Desde que estoy aquí, no ha dicho su nombre, supongo que no quiere que sepa quién es.

Aún pensaba en todo lo que me había dicho, ella es la hija del hombre que le desgracio la vida a mi madre, no puedo creer todavía que haya planeado todo esto solo por una venganza, una estúpida venganza sin sentido porque fue su padre y sus amigos quienes lastimaron a mi madre.

No apoyo la justicia por mano propia, pero tampoco creo en la justicia policial, pero si mi madre no tuvo su justicia hace años y mi padre la ejecutó por mano propia, me sentía satisfecha de que los haya asesinado porque claramente ellos también me querían para llevarme con el y tenerme siendo solo una niña.

Oliver despertó y no ha hecho más que pedirme perdón, aún no es capaz de mirarme porque esa mujer rompió mi blusa dejando mis pechos desnudos. Estaba claro que ella era igual de enferma que el, estaba tan mal de la cabeza que lo único en lo que pensaba era en hacerme daño, pero no sé lo iba a dejar fácil.

Aquella mujer salió y Tamara me quitó la cinta para darme agua que por supuesto no quise recibir.

—Eres demasiado terca Emma.

—Y tu una maldita desquiciada que sólo quiere hacerme daño —mascullé molesta—, todo por un hombre, estás mal.

Me tomó fuertemente de la barbilla.

—Dime algo niña estúpida ¿Tu lo harías?

—No —negué—, jamás me rebajaría a tanto como las hecho tu... Acepta de una maldita vez que tú fuiste la que dejó a Axel porque el te amaba y lo sabías.. Tu misma perdiste la oportunidad de estar con el, te perdiste lo maravilloso que es mi Axel solo por tener una pequeña condición... Eres patética.

Su ira se encendió y me abofeteó con mucha fuerza. 

—¡Eres una estúpida! ¡Me importa lo que digas, vas a morir y el volverá conmigo!

Reí —¿Crees que el volverá contigo? En serio que más patética no puedes ser... Tu y esa mujer son los seres más repulsivos que hay y espero poder liberarme de aquí solo para cortar tu maldita lengua.

Mi miedo se había ido, solo tenía ira por dentro, no iba a doblegarme por ellas ¡Joder! Soy una Allen y los Allen no tenemos miedo a nada.

—Tamara escucha —Oliver la miró—, jamás ha Sido mala con nadie... Tu solo necesitas ayuda, por favor, suéltame y yo voy a llevarte a un buen especialista que te ayude con lo que tienes.

Miré a Oliver sin entender, sabía que eran hermanastros, pero decir esas cosas me hacía pensar de que Tamara tenía un problema mental.

—¡No! ¡Ella tiene que sufrir como lo hice yo cuando la ví en ese restaurante con Axel! —empezó a llorar—, el siempre ha Sido mío.. solo mío —empezó a balbucear.

Era obvio que esa mujer se estaba aprovechando de la salud mental de Tamara para manipularla, pero de igual forma me importa una m****a.

A la cabaña entró esa mujer con una gran sonrisa que me gustaría borrarla de su maldito rostro.

—Joder —rió—, ver esos pechitos es excitante... Tengo una visita genial para ti Emma —miró a un lado—, entra querida.

A la vieja cabaña entró Natalie Hamilton, la hija del alcalde, la maldita perra.

—Veo que no estás sorprendida —rió—, que asco verte así Emma.

—¡Eres una maldita perra! —le grité— ¡Jamás te hice nada para que me lastimaras idiota!

—Claro que lo hiciste... Bueno, tus padres lo hicieron —se acercó a mi—, por culpa de tu padre, mi hermanito está muerto —me tomó del cabello—, Tom era mi hermano perra asquerosa... Éramos unidos, jamás supe quién era la zorra que se metió con el hasta que ella se contactó conmigo y supe la muerte de mi hermano a manos de tu padre y Mika. Espero que hayas disfrutado de Carlo porque estaré muy ocupada consolandolo por tu repentina muerte —rió.

¿Que era lo que estaba escuchando? ¿Ella es hermana de Tom? Pero... ¿Cómo? Si el me dijo que era hijo único, que no tenía familia... Dios mío estoy rodeada de puras locas.

Solo esperaba no salir loca de aquí yo también.

—Voy a disfrutar verte sufrir.. —sonrió—, empieza ya.

Esa mujer se acercó a mi y me tiró en el colchón y se subió encima de mi, golpeó mi mejilla para luego tomar mi rostro.

—Eres tan hermosa —pasó su asquerosa mano por mi pecho—, esos tres son tan afortunados de tenerte con ellos... Ver este cuerpo y saborear cada parte de ti.

Sus palabras me dieron asco del puro, quería vomitar, gritar y llorar... Ya estaba asustada de nuevo y no sabía si saldría viva de aquí.

—Detente —habló Tamara asustada—, este no era el plan.... Solo la íbamos a desaparecer... No lo hagas.

—Natalie.

Miré a Natalie y asintió, se acercó a Tamara y le dió varias puñaladas, mi cuerpo se petrificó al ver a Tamara tirada en el suelo en un charco de sangre, los gritos de Oliver no se hicieron esperar.

—¡Tamara! —forcejeo con la silla— ¡Maldita loca! La mataste.. —Oliver estaba en shock. 

—Callate o serás el próximo —Natalie le colocó el cuchillo en el cuello—, no me hagas llamar para que le corten el cuello a tu querida Hope.

—Ustedes están locas... —Oliver lloraba.

—Claro que si —sonrió—, la venganza es muy dulce... El padre de Emma sabe que se siente.

La mujer encima de mi se levantó y fue hasta Natalie para agarrarla del cuello y besarla, ambas empezaron a besarse y tocarse mientras gemían. Todo lo que estaba viendo me daba tanto asco, ellas estaban enfermas, no les importó toquetearse con el cuerpo de Tamara en el suelo.

—Quiero verte golpear a Emma —Natalie besaba a la mujer—, me excitaría tanto verte golpeándola, hazlo ahora.

Se separaron y ella vino hasta mi, se subió encima  y apretó mis pezones haciéndome gritar de dolor, empezó a darme golpes a los costados y el rostro, cuando se cansó fue hasta Natalie para seguir con lo suyo.

—¡Emma, Emma no te duermas por favor! —escuché a Oliver.

Mi cuerpo estaba adolorido y sentía como la sangre salía de mi boca y nariz. Giré un poco mi rostro y pude ver un cuchillo a pocos centímetros de mi, me arrastré cómo pude y lo tomé en mis manos, lo lleve a mi espalda y con muchísima dificultad corté la cinta de mis muñecas no sin antes cortarme un poco, las miré y ellas seguían en lo suyo, me arrastré hasta Oliver y le corté la cinta de sus muñecas también.

Como la cadena que tenía en mi tobillo era larga podía moverme rápidamente, mire a las mujeres con el más grande odio que pude sentir, apreté el cuchillo en mis manos y corrí.

Corrí hasta ellas y le clavé el cuchillo a esa mujer en la espalda lo hice una, dos, tres veces más hasta que cayó al suelo boca arriba, me importó una m****a todo y me subí encima de ella para apuñalar su cuerpo muchas veces para descargar mi ira contra ella.

Mis gritos no se hicieron esperar y seguí apuñalando más y más, toda su sangre salpicaba mi cuerpo pero eso no me detuvo, seguí y seguí, hasta que mi cuerpo no dió más. Mi cuerpo empezó a temblar a escalas mayores y me tire al lado de su cuerpo muerto con el cuchillo en aún en mis manos, mi mente estaba experimentando una nueva sensación y sentía que me estaba perdiendo, mire el techo de la cabaña perdiéndome en mis pensamientos poco a poco.

Escuché muchas voces y gritos llamándome pero no podía moverme, no podía articular una sola palabra solo temblaba y sostenía ese cuchillo como si mi vida dependiera de ello. Solo esperaba que pidieran sacarme de aquí, no quería morir estando así.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP