Axel:

Horas antes..

Recibí la foto de Emma en la fiesta junto a Jessie, ambas se estaban divirtiendo y eso significaba que todo estaba bien.

Kurt y Carlo estaban jugando algunos videojuegos mientras se debatían quien ganaba. Preparé algunas cosas junto con unas cervezas, hoy la pastelería cerró temprano así que estábamos decididos a pasarlo bien. Hace unos cuantos meses no hacíamos nada como amigos y hoy era la noche perfecta para eso, aunque hacia falta Mika, podría estar peleando justo ahora con Carlo o Kurt, por más que este lejos, hace falta sus comentarios diciendo que es un Dios o algo parecido.

Había quedado en contarnos todo sobre su reencuentro con su hermana, me envió una foto con su sobrino y puedo decir que son bastantes parecidos, los Voslov tienen buenos rasgos porque Mikaela es hermosa.

—¡Si! —Carlo reía— ¡Te gané! Joder...

Se levantó y empezó a hacer un baile muy extraño.

Saqué mi teléfono y le envié un mensaje a Emma, no me respondió, seguramente estará bailando con Jess.

Estos días he estado pensando en una decisión que quiero tomar, bueno, con los otros dos, en comprar una casa para vivir con Emma, lo he pensado bastante bien y quiero que ella viva con nosotros oficialmente, quiero tenerla a mi lado todos los días, poder verla y compartir todos los días, no me gusta tener que verla solo unos cuantos días a la semana, solo espero el momento indicado para ejecutarlo.

También había pensado en que si ella deseará tener hijos más adelante, desde hace un tiempo he querido ser padre y me hace ilusión tener un bebé, ver a Emma con una linda pancita, con el tiempo ver correr a mi hijo por un enorme jardín y yo jugando con el o ella.

Bien me dejé manipular por Tamara cuando me hizo conocer a mi supuesto hijo, ella siempre supo que ese era uno de mis sueños y pensaba que lo haría realidad con ella pero no fue así, resulte engañado y saber que ella había secuestrado a ese niño para solo engañarme, me hace pensar en que a veces me dejo llevar demasiado por mis sentimientos y en ese aspecto soy un poco fácil de manipular y sobrellevar, algo que jamás pude controlar y es una de las cosas que odio tanto de mi.

—¡Axel! —Carlo exclamó llamando mi atención.

No me había dado cuenta de que me estaba llamando.

—Si, dime..

—¿En que piensas? Parecías perdido en tus pensamientos. 

—Pensaba en unas cosas, nada importante —sonreí leve.

Me miró sin creerme —No te creo, pero está bien —puso su vista en la pantalla. 

—Carlo —me miró— ¿Tu quieres tener hijos?

Al parecer mi pregunta lo tomó por sorpresa.

—Pues... En un futuro si, me gustaría, claro tengo que tener un techo para vivir, un buen trabajo y demás... Antes de ser papá quisiera poder darle un buen hogar a mi hijo o hija.

—Piensas muy bien —dijo Kurt mientras veía la pantalla—, yo si quiero tener muchos niños con Jess —sonrió—, pero claro tengo que pedirle matrimonio primero, quiero que sea mi esposa.

Antes de que pudiera hablar la puerta del departamento de Mika se abrió dejándonos ver a una Jessie llorando, de inmediato me levanté y mis alarmas se encendieron.

—Diganme que Emma está aquí por favor.. —soltó con angustia. 

—¿Qué? Se supone que ella estaba contigo Jess.

—No Dios mío —sollozó y Kurt la abrazó—, ella desapareció de la fiesta, solo fue por un momento, solo un momento...

Me acerque a ella.

—¿Dónde está Emma? —pregunté asustado— ¡Dime Jess! —estaba jadeando del miedo. 

—¡No lo sé! Estábamos bailando y fuimos a la barra a tomar algo y ella me dijo que iría al baño, ella estaba perfectamente bien, cuando pasó mucho tiempo fui por ella y no la encontré... Pensé que se había venido aquí con alguien porque su bolso está conmigo.

—¿Con quién se pudo haber ido?

—No lo sé, ella conoce a varias personas de la fiesta, no se fue con Mitchell porque el estaba demasiado borracho como para moverse —sollozó—, lo siento tanto.

—Tranquila bonita, no es tu culpa —Kurt la seguía abrazando.

Horas más tarde.

Habían pasado varias horas y no supimos nada más de Emma, llamamos a sus padres y por supuesto que estaban preocupados, fuimos a la estación de la policía y solo fue una perdida de tiempo, nos dijeron que había que esperar cuarenta y ocho horas para poder hacer la denuncia formal.

Por supuesto que Carlo perdió los estribos junto con el señor Julian, yo estaba tratando de mantener la calma fallando en el intento. Llamé a Mika y de inmediato se vino para acá, Anton tiene un avión privado y vendrán dentro de poco. Por ahora estábamos reunidos en la casa de los señores Allen tratando de interrogar a Mitchell quien estaba demasiado borracho y por supuesto su padre estaba más que molesto porque no podía poner Prioridad a Emma.

—Ya les dije que no ví nada... No sé nada de Emma —cerró los ojos—, todo en la fiesta estaba normal.

La fiesta fue en la casa de la hija del alcalde, ella estudia con Emma, no pudieron interrogarla por ser hija del maldito alcalde así que estamos atados de manos ahora.

El ambiente de la casa de los Allen era pesado, su madre lloraba en los brazos de su esposo Jamie quien estaba de igual forma.

—Esa mujer seguramente le quiso hacer daño —dijo Carlo—. Tamara seguramente apareció para llevarse a Emma.

Eso tenía un poco de sentido, pero no mucho, su cara estaba por todos lados no creo que se atreva a aparecerse así, cualquiera la reconocería. La puerta fue tocada y por ahí entro Mika y Anton.

—Voy a movilizar una patrulla Julian, es lo que podré hacer por ahora —Lucía apenado-, patrullaré por toda la ciudad.

—Lo agradezco Michael, llámame si hay algún cambio.

—Está bien —tomó al chico por la camisa— ¡Tu y yo vamos a ayudar! Eres un irresponsable.

Después de irse Mika habló.

—¿Alguna noticia? —preguntó bastante serio.

—Nada —dijo Julian—, solo sabemos lo que nos dijo Jess.

El teléfono de la casa de los Allen sonó, el de inmediato atendió y lo colocó en altavoz.

—¿Papá..?

Era la voz de Emma, se escucha temblorosa.

—Mi amor ¿Dónde estás? ¿Estás bien? —la señora Allen se apresuró a preguntar.

—Papá... Sólo estoy llamando para despedirme, se que ellos están ahí —sollozó— quiero que sepan que los amo, a todos... Sólo... Adiós.

—¡Emma, no! —la señora Allen gritó.

De repente escuchamos un grito agudo, la sala quedó en silencio total y luego la voz de una mujer detrás del teléfono sonó.

—Julian, mi querido Julian, vas a perder a tu tesoro más preciado por tu estupidez... Mi padre está muerto por tu culpa bastardo, ahora Andy tendrá venganza, ahora vivirás con la conciencia perturbada por no salvar a tu hija del mismo destino de la zorra de su madre... Adiós.

¿Que m****a había escuchado? Eso tuvo que ser algo muy fuerte para ellos porque el señor Allen se sentó de golpe en el sofá perdido, su esposa solo gritaba en medio de su llanto. Mi miedo apareció al escuchar eso.

—¡Joder! —Mika corrió hasta su maleta y regreso a la sala— ¿Cómo no lo pensé antes? Joder... Bonita espero que lo tengas puesto —el susurró. 

—¿Que pasa Mika? —pregunté.

—En el cumpleaños de Emma le regale un hermoso broche de una rosa color azul, luego yo mismo lo modifique con un rastreador —encendió su tablet—, fue después de que Tamara anduviera suelta por ahí, eso fue en caso de que llegara a salir sola, pero como siempre estábamos con ella no lo usaba... Espero que Emma lo tenga puesto —tecleó varias veces la laptop—. Lo tiene encendido. 

—¡Busca rápido! —Carlo exclamó ansioso.

—¡La encontré! —se levantó y le dió la tablet a el señor Julian— ¿Conoce la dirección?

—Si —su cara se desfiguró por el miedo—, están en la cabaña Jamie —lo miró.

—No puede ser —susurró—, tienes que buscarla Julian, tiene que ser ahora.

—Los llevo —habló Anton—, en el auto hay armas.

—¿Quien eres tu? —el señor Jamie lo miró mal.

—Soy Anton, hermano de Mika, lamento conocerlos en esta circunstancia señores.

El señor Julian se acercó a su esposa.

—Voy a traer a nuestra hija cariño, Jamie, quédate con ella y los niños... No la dejes sola por favor.

—Tranquilo hermano, por favor que ninguno de ustedes se lastime... Trae a mi niña.

—Hazlo mi amor, chicos tengan cuidado.

Kurt se quedó aquí por si necesitaban algo, salimos a la casa y Anton abrió el maletero del auto y efectivamente habían demasiadas armas, yo sabía usar una por solamente seguridad así que tomé una como todos lo hicieron.

Mire al señor Julian y este estaba perdido en sus pensamientos al igual que Mika, saber el paradero de Emma les afectó mucho.

Subí a mi auto con Carlo y el señor Julian, Mika iba en el otro auto con Anton, encendimos los autos para ir de inmediato hacia donde estaba Emma. Lo único que pedía es que ella estuviera bien, jamás pensamos que todo esto pasaría.

Resiste mi amor..