MOLLY DAVIS
—¿Eso es lo que quieres, Lucien? ¿Es en serio? —preguntó Damián detrás, tomándolo por un hombro y haciéndolo voltear hacia él con un tirón—. Tú torturaste a mi hermana. La humillaste y la usaste. ¡La lastimaste no solo emocionalmente, también de manera física! ¡Lo sabes!
»La manipulaste para quedarte con la mitad de todo el imperio Ashford mientras la hacías trabajar como tu sirvienta, dejando que Nadia la pisoteara, literalmente. ¿Crees que se me han olvidado todos esos moretones? ¿Crees que no recuerdo cómo llegó Camille después de estar contigo?
»Temblorosa, lastimada, con heridas que Andy tuvo que cuidar y que no solo estaban en su piel, sino también dentro de ella, en su corazón. Dudaste incluso de que Ángel fuera tuyo, la menospreciaste y te esmeraste en hacerla mierda.
»¿Quieres ajustar cuentas? ¿Quieres jugar al vengador? ¡Venga!, pero yo empiezo. —Y tan rápido como un relámpago, el puño de Damián ya estaba en el pómulo de Lucien, haciéndolo retroceder, tropezan