DAMIÁN ASHFORD
Me dirigí hacia el estacionamiento, donde me esperaba Nick en el auto.
—¡Señor Ashford! —exclamó al ver a Andy en mis brazos—. ¿Todo está bien?
—No —contesté tajante. Andy se comportaba como un gatito herido, escondiendo el rostro y aferrándose a mí—. Quiero que investigues este hospital. Encuentra algo para desmantelarlo y si no hay nada para incriminarlo, entonces planta algo bueno.
—Sí, señor —dijo de inmediato abriendo la puerta para mí.
—Quiero que el dueño y los directivos sepan por qué su hospital se volverá polvo antes de que termine la semana. Que sepan que unos completos desconocidos se hicieron pasar por enfermeros y casi me arrebatan a Andy, quiero que quien lo permitió, cada persona sobornada para que esto ocurriera, muera de la manera más desagradable y cruel… ¿entendido? —sentencié lleno de rabia, atormentado por lo que hubiera pasado si no hubiera llegado a tiempo.
—Sí, señor —agregó Nick con más seriedad. Su mirada no dejaba de posarse en Andy, sabien