Capítulo 60. La cuenta regresiva.
Derek.
El reloj marcaba las 10:47 de la mañana cuando Derek se encontraba concentrado revisando el avance del plan de marketing para la nueva colección. Los bocetos estaban desplegados sobre su escritorio, trazos modernos, líneas urbanas, una explosión de innovación sin perder la esencia de lujo que tanto caracterizaba a Winston Couture. Había algo refrescante en esa mezcla de lo clásico con lo nuevo. Por primera vez en años, sentía que estaba dejando su verdadera marca.
Y entonces, la puerta de su oficina se abrió de golpe.
Sin anuncio.
Sin permiso.
—¡¿Se puede saber qué demonios estás haciendo, Derek Winston?! —la voz de su madre retumbó en las paredes con la misma autoridad con la que durante años gobernó su vida.
Derek no se levantó. No necesitaba hacerlo. Solo levantó la vista, en completo control, sin ceder terreno.
—Buenos días, madre.
Ella cerró la puerta con fuerza detrás suyo. Llevaba un abrigo largo, guantes de cuero, el cabello perfectamente peinado como si fuera a un eve