Capítulo 2. Aventura pasajera.
Ellen. Desperté sola. Al principio, no fue más que una sensación vaga, esa brisa fría que se cuela entre las sábanas cuando ya no hay otro cuerpo a tu lado. Me estiré y busqué en la cama, aún medio dormida, pero mi mano no encontró nada. Abrí los ojos y me di cuenta de que Derek Winston ya no estaba. Ni una nota, ni un mensaje, solo el silencio.No me sorprendió. Después de todo, ambos sabíamos que lo de anoche no era más que eso: una aventura pasajera, sin promesas ni compromisos. Me lo repetí mentalmente mientras me incorporaba, tratando de no darle demasiadas vueltas al asunto. "No te sorprendas, Ellen. Sabías a lo que venías". Pero, aun así, una pequeña punzada me atravesó. Porque, aunque sabía que no iba a ser más que una noche, algo en su manera de mirarme, de hablarme, me había hecho sentir especial. Me había hecho pensar, por un momento, que quizá era diferente.Me dije que no importaba, que los hombres suelen hacer eso. Jugar ese juego de seducción, fingir interés sólo para
Leer más