(Continuación de embarazada de mi suegro) Al faltar tan solo una semana para la boda de su hermana. Ariadne Lizbrook se entera que está embarazada del novio de ésta última: Rodrigo Longwoth, su cuñado. Ariadne y Rodrigo tendrán que mantener ese embarazo en secreto. Sin embargo, a medida que pasen los días, Ariadne se dará cuenta que ella no es la única que guarda secretos y que todos los que la rodean ocultan una oscuridad verdad. … En esta historia también viviremos la continuación de la vida de Clarisse Haldorn.
Leer más—¡Tienes que acelerar! ¡No te detengas! ¡Rápido!— Ariadne estaba desesperada, tocándose el vientre. Las lágrimas fluían por su rostro sin parar.
—¡Eso es lo que estoy tratando de hacer!— Dijo Clarisse, pisando el acelerador con todas sus fuerzas y aferrando sus manos al volante, —Pero no puedo correr el riesgo de que suframos un accidente de tránsito. —¡Pero si no aceleras esa persona que nos viene persiguiendo nos va a alcanzar!— Ariadne estaba más desesperada, tratando de mirar hacia atrás, —Yo no quiero que nos pase nada y mucho menos a mi bebé. Clarisse Haldorn no dijo nada más. Tenía que analizar la situación si es que quería lograr escapar y no morir en el intento. Estaban en medio de una carretera y era de noche. Por lo tanto, la iluminación era escasa y para empeorar la situación estaba cayendo una fuerte lluvia que estaba volviendo el pavimento resbaloso. —Yo te prometo que te voy a sacar de ésta situación, Ariadne. Solamente no te alteres que eso no le hace bien a tu bebé. —Llevo tres meses de embarazo. Mi bebé tiene que nacer.— Dijo Ariadne, tomando una suave respiración y cerrando sus ojos para relajarse. Clarisse sabía que esa camioneta de color negra todavía las estaba siguiendo. Pero no sabía quién era la persona que venía manejando ni qué era lo que tenía planeado hacerles. —Ariadne, ¿Tú le lograste ver la cara a la persona que nos viene persiguiendo?— Le preguntó Clarisse, girando el volante para tomar una curva arriesgada y peligrosa. —No. Estábamos a punto de abordar el auto y alguien disparó. Lo único que recuerdo es que nos subimos y comenzamos a escapar.— Contestó Ariadne, —Pero todo pasó demasiado rápido que ni tuve tiempo de darle una mirada a su rostro. —Necesito que tomes tu teléfono y trates de llamar a mi marido.— Le ordenó Clarisse, —Dile a Esteban que necesitamos de su ayuda. Pero tienes que mantener la calma para que le puedas explicar la situación, ¿De acuerdo? Ariadne Lizbrook asintió. Su cabellera castaño oscuro estaba desarreglada debido a la situación. Clarisse Haldorn siguió manejando por esa carretera, tratando de perder de vista a esa camioneta negra. Sin embargo, no estaba dando resultado. —No tenemos mucha señal.— Dijo Ariadne un minuto después. —Tienes que seguir insistiendo o si no, intenta mandarle un mensaje.— Recomendó Clarisse Haldorn. La lluvia no parecía querer menguar y ni siquiera con la limpieza de los limpiaparabrisas, se podía ver con claridad. Todo estaba oscuro y ya Clarisse estaba manejando a su suerte. —No le llega el mensaje.— Ariadne se sentía llena de frustración. —No tengas miedo que... En ese momento la camioneta negra las impacto por la parte de atrás con mucha fuerza, provocando que Clarisse perdiera el control del auto y se estrellaran contra un árbol. —Ariadne, ¿Estás bien?— Clarisse estaba lastimada. Ariadne estaba inconsciente en el asiento del copiloto, estaba más golpeada que ella y su vientre estaba sangrando—No puede ser... No puede ser. En ese momento su celular estaba comenzando a sonar. La esperanza en ella volvió a renacer dentro de su ser y no dudo ni un segundo en responder sin ni siquiera mirar el número de contacto. —Esteban me alegra que me hayas llamado. Necesitamos de tu ayuda... —Clarisse soy yo tu hermana. Clarisse se quedó impactada. Podía reconocer esa voz a la perfección. Pero antes de que lograda decirle algo, alguien le colocó el cañón de una pistola sobre su cabeza. —Ni se te ocurra hacer nada.— La persona no se podía ver en medio de la oscuridad. Pero claramente por su tono de voz era una mujer, —Finalmente nos volvemos a ver cara a cara. Clarisse Haldorn estaba llena de incredulidad. No podía creer que estaba escuchando la voz de la persona que menos se imaginaba.—Es que no me molesta que en realidad Raquel que toda mi vida la había visto como una tía, sea verdaderamente mi madre.— Ariadne estaba sentada en un cómodo sofá cama del lugar, —Lo que me molesta es que Yesenia lo sabía todo desde un principio y nunca fue capaz de confesarme nada. —Seguramente estaba tratando de evitar que salieras afectada por la situación.— Contestó Clarisse que estaba sentada justo al frente de ella en un sofá cama, —Ahora el punto es saber cómo será la reacción de ella al verte nuevamente. —Si no me ha llamado es porque claramente no quiere saber nada de mí.— Ariadne encendió unos segundos el celular y después lo dejo a un lado. —¡Hemos venido hasta acá para poder relajarnos y recibir un agradable masaje!— Habló Clarisse llena de entusiasmo para crear un ambiente agradable. El lugar a pesar de estar ubicado en un espacio geográfico lejano. Se tendría que reconocer que era cálido y tenía una atención de diez estrellas, sobretodo a pesar de ser de noche y que e
—Durante un poco más de cinco años mi madre Laura Lizbrook crío a esa niña como si fuera propia. Hasta que finalmente alguien que está presente en esta mansión, se presento un día en la casa de mi madre para acabar con su vida de la manera más cobarde del mundo.— Yesenia mantuvo la mirada fija en Malak, esta última estaba negando con la cabeza, —Mi madre al parecer se había comunicado con mi tía Raquel para notificarle que iba a denunciar a los Longwoth por lo que habían hecho. Mi madre nos pidió que nos fuéramos a la habitación porque quizás iba a hacer la denuncia. Pero tristemente le quitaron la vida. —Necesito una explicación a todo esto. Yesenia, ¿Cómo es eso que mi madre crío a una niña que Ignacio le entregó?— Ariadne estaba con el rostro humedecido, miraba a todos sus conocidos en la búsqueda de una explicación clara y lógica, —¿Cómo es que yo nunca conocí a esa niña? ¿Por qué nunca la ví? —Es que esa niña que yo tuve con Ignacio Longwoth eres tú Ariadne. Eres tú.— Confesó Ra
—Ariadne.— Yesenia camino hasta ella y la tomo de la mano para dirigirla a otra área de la mansión, —¿Estás lista para iniciar el plan?—Recuerden que tenemos que actuar con precaución.— Dijo Raquel en un susurró, tomándola a ambas de los hombros, —Vamos a dejar que las cosas fluyan y en el momento adecuado podemos dar acción.—Ella es Clarisse Haldorn. Es una amiga.— Ariadne de manera sonriente se la presentó.Clarisse y Raquel se dieron un cordial saludo de manos y un intercambio de sonrisas sinceras.—Verónica me había hablado de tí.—¿Qué?— La sonrisa de Clarisse se esfumó. Ahora estaba con una expresión interrogativa, —¿Cómo así que Verónica te había hablado de mí?—No tengas miedo y mucho menos creas que represento un peligro para tí.— Raquel guiño su ojo derecho, —Verónica era amiga mía.—Bueno pueden hablar de ustedes en otra ocasión. Pero por ahora vamos a enfocarnos en el plan, ¿Quedó claro?— Yesenia había tomado el liderazgo y su tono de voz era firme.—Yo voy a estar pasea
Cuando Ariadne Lizbrook observó la hora en su celular faltaban veinte minutos para las ocho de la noche y en cualquier momento Clarisse Haldorn llegaría para recogerla e irse juntas. Rápidamente se arregló un poquito de maquillaje y se acomodo su cabello castaño oscuro.Al momento de escuchar la bocina afuera se aseguro de llevar cada una de sus cosas y después salió afuera. Clarisse que lógicamente también estaba arreglada la saludo tan pronto la vio y una vez que estaban listas, puso marcha al auto.—¿Tienes muchas expectativas con respecto a la fiesta?— Preguntó Clarisse.—En realidad no quería asistir. Claramente quiero evitarme comentarios de odio por parte de Malak e Ignacio.— Contestó Ariadne, —Pero mi presencia en ese lugar es completamente necesaria.—Vaya. Eso me deja en claro que posiblemente tú seas la protagonista de esa fiesta.— Agregó Clarisse de manera sonriente y después suspiro, —Al medio día recibí un nuevo correo anónimo. Pero en esta ocasión esa persona me aseguro
Días después...Ariadne Lizbrook tomo ese pequeño cuaderno que había dejado hace meses debajo del colchón. Lo había guardado para usarlo en alguna ocasión para sus clases de enfermería y ahora era el momento de darle uso. Pero para algo completamente diferente.Después de sentarse en una silla delante de la mesa de la casa. Se preparó para comenzar a escribir y verifico en su mano si el lapicero contenía tinta.—Hace poco más de tres meses...— Ariadne comenzó a narrar y escribir al mismo tiempo, —Cometí una de las peores traiciones a la persona más importante de toda mi vida. Entiendo perfectamente que el día en que sepa toda la verdad me va a odiar. Es que no sé qué tenía en la cabeza en el nombre en que tuve relaciones con su novio. Actualmente estoy embarazado de Rodrigo y ya llevo tres meses...En ese momento alguien estaba tocando la puerta. Ariadne tuvo que dejar a un lado su cuaderno e ir a ver de quién se trataba. Claramente estaba nerviosa ya que las cosas últimamente habían
Ariadne y Clarisse llegaron a ese punto destinado. Claramente era un local de alquiler de computadoras y a pesar de que habían llegado al lugar correcto, había un problema y muy grande.—Esto va a hacer mucho más complicado de lo que estábamos pensando.— Dijo Ariadne tan pronto ambas entraron al lugar.Había alrededor de una docena de computadoras y al menos 7 de esas estaban siendo usadas por calientes que estaban concentrados en su pantalla. El encargado se acercó a ellas para ofrecer sus servicios o poder ayudarlas.—Hemos venido hasta acá para encontrar a un cliente que me ha estado mandando correos anónimos desde este lugar.— Explicó Clarisse lo más calmada que pudo.—Es casi imposible poder saber quién está haciendo eso.— El dueño señaló el lugar, —Diariamente recibo cien clientes.—¿No tendrá en sus manos alguna lista con la identidad de cada uno de los clientes?— Preguntó Ariadne con curiosidad. El dueño negó con la cabeza, —¿O al menos puede darnos acceso a las cámaras de seg
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