Grecia amaba a tanto a Luis Fernando, que la sola idea de que otra mujer apareciera en su vida, la tenia atormentada. Además, acababa de dar a luz, y estaba un poco pasada de peso, se sentía un poco descuidada con su figura, lo que la hacía sentirse un poco más insegura. Y se imaginaba cualquier cantidad de situaciones que implicaban a Luis Fernando con otra mujer. Los celos la tenían desesperada y especialmente el misterioso socio que él decía tener.
—Calma, Grecia, no te pongas así —le decía Mercedes después de que Luis Fernando y Burgos se fueron juntos—. No puedo creer que, después de todas las pruebas tan duras por las que han pasado para estar juntos, tú lo estés celando a estas alturas.
—Precisamente, Mercedes, por esa misma razón es que me pongo así. No voy a permitir que otra lagartona me quite a Luis Fernando. Primero fue Laura, luego la loca de Miranda, y no voy a soportar una tercera —le respondió Grecia con firmeza, su actitud era decidida. Mientras tanto, Mónica y Me