Margot lloraba sin control, Joaquín la abrazó.

—¡Por favor, cálmate!

—Tengo que decirte algo, Joaquín.

—Si es sobre la venganza, lo sé todo, sé que Rodolfo quería vengarse de ti, como Diana de mí.

Margot estaba tan sorprendida.

—¡¿Qué?! —exclamó la mujer, sintió demasiada tristeza, porque sabía que su hermano amaba a Diana, ella era su debilidad.

—Está bien, Margot, todo esto pasará, lo prometo.

Ella no estaba tan segura, tomó la mano de su hermano.

—Joaquín… yo… ¡Estoy embarazada!

Joaquín la miró con sorpresa.

Besó su frente.

—Por favor, ¡déjame tener a mi bebé! Por favor, no quiero perderlo —suplicó desesperada, temiendo que Joaquín estuviera lleno de odio.

—¡¿Qué locura dices?! ¡Claro que tendrás a tu hijo! Así será, ¿Por qué piensas lo peor de mí? —preguntó temiendo que ella pensara lo malo de él.

—Mi madre… ¡Quiso obligarme a abortar! —dijo con la voz casi rota.

Joaquín estaba horrorizado al escucharla, volvió a abrazarla, le dolió ver a su hermana sufrir y por su propia madre, es