Sin embargo, era ella.

Durante unos segundos, el pasillo quedó en silencio.

Solo el eco de sus tacones alejándose y el suave golpeteo de la botella de champaña contra su pierna llenaban el aire.

Ethan no se movió. Ni siquiera respiró.

Seguía mirando el punto donde ella había desaparecido, intentando procesar lo que acababa de pasar.

Una desconocida lo había besado.

Lo había utilizado.

Sin pedir permiso.

Sin darle tiempo de reaccionar.

Y lo peor —o lo mejor— era que lo había disfrutado.

Pasó una mano por su rostro, aun sintiendo el leve ardor que le había dejado el roce de sus labios.

La piel le hormigueaba.

El corazón, que normalmente no se alteraba ni en medio de negociaciones millonarias, ahora le latía como si acabara de correr una maratón.

“¿Qué diablos acaba de pasar?”, pensó, mirando hacia donde ella había desaparecido.

Podía haber jurado que no era el tipo de hombre que perdía el control.

Pero esa mujer...

Esa mujer había cruzado como un relámpago en su vida, y lo había dejado ardiendo.

—Jefe… ¿está
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP