Lo primero que él pensó fue que alguien acababa de besarlo sin su autorización.Lo segundo, que esa boca sabía jodidamente bien.No le dio tiempo de analizar mucho más.Solo sintió unos labios suaves, pero con carácter, una boca que se amoldó a la suya con tal precisión que parecía haber sido diseñada para encajar ahí.La sorpresa le recorrió el cuerpo como un relámpago, pero no alcanzó a apartarse.Porque, contra todo pronóstico, no quería hacerlo.Había algo en ella, en su forma de sostenerle la camisa, en el calor de su cuerpo tan cerca del suyo o en la sensación de sus labios contra los suyos, que lo desarmó en segundos.Aquel era un beso inesperado, furioso, y sin embargo delicioso.Como una emboscada que, en lugar de molestarlo, lo dejaba queriendo más. Y eso, viniendo de una completa desconocida, lo desconcertó aún más.Ella lo besaba con rabia, con orgullo, con algo que no entendía del todo, pero a lo que se entregó sin oponerse. Al principio sorprendido, luego curioso, y desp
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