Mundo ficciónIniciar sesiónEl agarre de Damon en el pomo de la puerta era de pura ira. Su expresión, generalmente de cálculo, estaba distorsionada por lo que sintió como una traición.
— ¡Harper! — Su voz resonó como un trueno en la habitación, cortando la llamada moribunda con Logan.
Harper se encogió, pero no retrocedió. Su mano se aferró con más fuerza al cuaderno de cuero bajo la almohada, su única arma.
— ¿Qué te pasa? En un momento pareces una persona, y al siguiente, otra.
Damon la ignoró, avanzando hacia la cama. Sus ojos grises no miraban su rostro, miraban el bulto bajo la almohada.
— ¿Con quién hablabas? — gruñó él, con los dientes apretados — ¡Dime con quién estabas hablando!
— Damon — siseó ella, desesperada
— ¡Dímelo!
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